biophilia, ¿el disco o el timo definitivo?

¿a qué juega björk? cuando nadie esperaba ya su regreso, la islandesa vuelve a dar señales de vida diez años después de su último disco bueno y tras una retahíla incomprensible de recopilatorios de todo tipo, de cantos a la naturaleza y de escasas apariciones en el mundo musical. ah, bueno, sí, entre medio también quedaron un par de discos (medulla y volta) a los que en su momento les dimos el beneficio de la duda pensando en cómo envejecerían con el paso del tiempo, pero que con los años han pasado a estar en esa parte de la estantería que solo coge polvo porque ya ni siquiera te acercas a ella

el regreso de björk parece que se está haciendo por todo lo alto, con un despliegue tecnológico de lo más freak (su nueva web, por ejemplo, solo se puede visitar de manera óptima con google chrome) y rodeada de lo más granado de la música que ha cosechado éxito en los últimos años (atención, omar souleyman o el guincho tendrán importancia en este nuevo disco). lo mismo se está echando con esto arena en sus propios ojos. ella siempre tuvo muy claro que tenía que ser más que los demás, por eso nunca se le puso nada en medio, para ella nunca había barreras infranqueables y esta vez no iba a ser menos

de lo que nos llega solo hemos escuchado dos canciones, y no, no se puede juzgar el contenido del disco por dos de sus temas, pero la verdad es que crystalline y cosmogony (este último parece que será el tema central de esta pretendida epopeya) no dicen mucho. el primero suena a vespertine, pero con un punto rancio y el segundo a falta de ideas, a refrito de lo que ya había. vamos a esperar a escuchar biophilia al completo, pero todo hace indicar que björk no ha sabido reinventarse una vez más, como hizo de debut a post, o como hizo de homogenic a vespertine, entonces sí que mereció la pena seguirle los pasos a aquella reina polar. quizá tener que recurrir a un papel de regalo bonito para camuflar un mísero souvenir (permitidme que haga esta comparación para loque actualmente nos intenta vender) no sea la mejor manera de volver

y conste que yo siempre fui muy fan de la islandesa, pero bien es cierto que los años me han enseñado a reflexionar antes de comprar un producto sobre la viabilidad del mismo, y no, creo que por primera vez no correré a mi tienda de discos (ni siquiera a la de itunes) a comprarme el nuevo disco de björk, ¿o quizá sí? ¿qué tiene que pasar para que lo haga?