Christina Rosenvinge, Museu Es Baluard, Palma de Mallorca
El viernes 24 se prensentaba apretado en Mallorca. Por un lado teníamos a la Rosenvinge, me atrevería a decir que tocando por primera vez en la isla, y el mini festival Inc' Mon de Inca con The Go! Team como principal reclamo. Por suerte, los ingleses de Brighton estaban programados para la 01.00 de la madrugada así que nos daba tiempo de poder asistir al recital de Christina que daba inicio a las 22.00.
Con el ambiente muy caldeado (el calor no da tregua en Palma) llegamos a los patios de Es Baluard que ya estaban llenos de gente. El número de personas se iba incrementando a medida que se acercaba la hora de inicio (nuestra temperatura corporal también). En el escenario estaban dispuestos piano, chelo y guitarras, tanto acústicas como eléctricas.
Con unos minutos de retraso por fín salió al escenario Christina. Acompañada de Aurora, que se encargaba del instrumento de cuerda, y del omnipresente Charlie Bautista con la guitarra acústica. Lo primero que llama la atención es que Christina no solo toca canciones de sus celebrados últimos discos, sino que encara canciones incluso de su primer álbum con Los Subterráneos (Tú por mí) o de Cerrado (Sábado), creo que mi disco favorito de ella.También sonaron canciones de Continental 62 como Tok Tok o ¿Quién me querrá? y prácticamente Tu labio superior al completo.
Con una primera parte dónde ella alternaba la acústica con la eléctrica y dónde se pudieron escuchar las canciones con más ritmo, más animadas, se pasó a una segunda con el piano como protagonista. Con el piano nos ofreció versiones de Tok Tok o Eclipse realmente estremecedoras. También destacó una entrañable Alta tensión dónde nos contó una historia de cuando ella era pequeña y de cómo duran todavía las consecuencias de meter los deditos en los enchufes.
Christina sabe muy bien cómo meternos en el bolsillo e hipnotizarnos totalmente. Entre canción y canción allí no se escuchaba nada (la gente incluso pedía silencio con shhsss). Fue aproximadamente una hora lo que pudimos disfrutar de las canciones de la Rosenvinge aquí en Palma de Mallorca. Pero la noche no había hecho más que empezar....
a pesar de lo pequeñica que se le ve en la foto, se aprecia esa fragilidad que la tía tiene
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