aparte del juego de la rima en el título, un tanto pevisible, todo hay que decirlo, las catacumbas transportan a cass mccombs en su nuevo trabajo a un subsuelo menos cargado de oscuridad y de herrumbre de lo que en un principio nos podíamos imaginar y más lleno de vivacidad y, por qué no decirlo, también de colorido en clave de folk. nos encontramos a un cass mccombs que para este su cuarto disco ha ganado en ropajes y en matices, detalles que este treintañero ha ido descubriendo con el paso de los años
con este catacombs, cass mccombs parece más centrado en idealizar la vena pop de su música, algo así como darle un toque de vida a las once canciones que lo componen, una chispa que les permita buscar algo más allá del a veces anodino mundo del folk-rock norteamericano. y es sin duda esa la gran sorpresa que uno se lleva cuando se pone a escuchar el disco, porque pensando en el título y teniendo en mente el anterior trabajo del cantautor, resulta extraño el resultado final de este disco
catacombs se abre con la prometedora dreams-come-true-girl en la que bien podemos estar comparando al californiano con un elvis moderno y continúa con un ambiente un tanto festivo en el segundo corte, prima donna. se va produciendo un crecimiento en expansión a medida que llegamos a la reposada the executioner’s song y sobre todo a la más clásica my sister my spouse, sin duda las dos cimas del disco. ese clasicismo también impregna la parte final, donde destaca jonesy boy y la country one way to go que cierra el disco
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