18/1/09

recordando discos: st, viva las vegas 2001

Ahora que José Luis anda iniciando su nueva y prometedora aventura bajo el nombre de Elle Belga (que según Jesús Llorente se pronuncia El Belga) he vuelto al primer disco que publicó bajo el nombre de Viva las Vegas junto a Frank Rudow, su compañero en Manta Ray.

Hay discos que se quedan impregnados a un momento o época determinada y luego las dos cosas, disco y momento, se convierten en un todo imposible de determinar su entidad individual. El momento fue ese en el que uno esta empezando a vivir y disfrutar cosas que nunca había experimentado (post-post adolescencia, si es que todavía no la he abondonado, que uno a veces, en la treintena, tiene dudas) y la banda sonora, mientras iba en bicicleta, era Viva las Vegas. Iba en bicicleta, de noche.

Entonces, la vida, de noche, en bicicleta y escuchando a José Luis, irremediablemente se miraba de otra manera. Igual que las canciones que contenía este disco, que miraban de otra manera a la realidad. De esa realidad de la que huyen los personajes, o el personaje, ese yo. Ese yo que emerge para reafirmarse en Autómata, Estaré de paso, 3.14 o Yo. El que desesperado entona Despiertate, pequeño problema o Por que te escondes del amor?. Todo el disco emerge desde el interior hasta límites insospechados. Porque lo que se cuenta aquí es tan personal e íntimo que es imposible que no se sienta empatía. Mucho más que eso.

Luego esta la voz de José Luis. Que como ya ha demostrado en númerosas ocasiones no tiene finito posible. Acongoja, estremece y emociona en el momento en el que menos te lo esperas.

Viva las vegas es un disco que se hace necesario recuperar una y otra vez. No perderlo de vista en la estantería. Una vez que llegua el final, con Un aire frío ("a veces pienso que yo puedo perderte, y es entonces cuando el pánico se apodera de mi") seguro que algo ha pasado. Y, la verdad, que pasen cosas es lo mejor que puede pasar.

3 comentarios:

  1. Ummm, no sé, en su momento me pasó con VLV (me gusta el acrónimo) como con Diariu, que me parecían un buen proyecto, pero que no dejaba de verlo como algo paralelo, algo en lo que se ponía menos ganas que en el proyecto fuerte.

    Probablemente mi idea era equivocada, pero no sé, como que los dejé pasar. Ni siquiera me llegué a comprar este trabajo.

    (por cierto, dos entradas hoy y dos acuarelazos, toooooma)

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  2. yo creo que este disco, pasaba de lo de proyecto paralelo..
    es muy bueno, algo tan bueno, no puede quedar en anécdota..

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  3. De anecdótico, nada; de joyita, mucho.

    Si acaso, destacar que todo el intimismo, los matices que fueron perdiendo Manta Ray hacia el final, quedaron aquí reflejados de maneras tan absolutamente preciosas como 3.14

    Y coincido con lo de la voz de José Luis. No tiene parangón ni límites.

    Carajo, es que con este disco se me quiebra la fibra sensible!

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