recordando discos: get lost, the magnetic fields 1995

¿cuántas batallas hay que perder para ganar la guerra?, o lo que es lo mismo, ¿cuántos discos hay que escuchar para encontrar tu disco?. y lo que es peor ¿qué hacer a partir de entonces?

no, no hay que temer. a pesar de este arranque no voy a escribir un texto cargado de absurda nostalgia al estilo “cualquier tiempo pasado fue mejor”, aunque sí quiero reivindicar un álbum, get lost, que si en vez de en 1995 se hubiera publicado en cualquiera de los años que han ido pasando desde aquél hasta este 2008, seguramente habría seguido siendo mejor disco del año para mí. y eso incluye su obra magna 69 love songs, porque al contrario que con los alimentos, el concentrado de inspiración de get lost yo lo saboreo mucho mejor que el abrumador e inabarcable triple cd que le siguió en su discografía.

get lost, todo lo que este cd desprende, es algo que no he vivido pero en lo que me reconozco. porque la sensación de no tener, si uno se esfuerza, puede llegar a ser parecida a la de haber perdido, y la soledad no distingue de caminos. y en él hay mucho de pérdidas y soledades, tanto que, si no estuviese you and me and the moon, casi podríamos catalogarlo de disco conceptual. y si me apuran, incluso en ese tema la voz de stephin parece la de un adorable y elegante perdedor, que tiene esa ventaja moral que da la derrota, la ausencia de miedo a perder lo que no se tiene porque ya se ha perdido.

y yo, cuando compré este disco no puedo decir que anduviese especialmente bajo en esa montaña rusa en la que fui metiendo poco a poco y que no aprendía a subir ni a la de tres. pero unos estudios que no se terminaban ni convencían, la idea imaginarme unos años después como lo que realmente he terminado siendo y no quería ser, un informático que odia la informática, y la tremenda belleza con la que se retrata la tristeza de canciones como with whom to dance?, when you’re old and lonely o all the umbrellas in london, eran un cóctel demasiado peligroso para alguien tan propenso a engancharme a lo negativo como yo.

y si con todas estas razones ya cuesta poner al mismo nivel que get lost a ningún otro cd de la discografía de the magnetic fields, es que además creo que no existe una mayor homogeneidad en toda la obra de stephin merrit, anterior o posterior. el maravilloso manto de electrónica lo-fi sobre el que se montan las canciones, las impresionantes melodías que alcanzan su cumbre en el estribillo de all the umbrellas in london o unas letras que andan a la misma altura que las mejores de 69 love songs son también por sí mismos motivos más que suficientes para defender este disco. una joya de portada elegantísima y contenido arrollador que te llena de melancolía, te impregna de soledad y, lo que es aún más increíble, te enamora y hace que te enamores. como si te estuvieran dejando con las palabras más bellas del mundo, que te hacen llorar y no tienes claro el porqué.