las cinco canciones del verano de manolo

seguimos con nuestro resumen estival en 5 + 5 + 5. hoy son las de manolo, de hoy, de ayer y de siempre, de aquí y de allá, en castellano o inglés. 5 canciones para contar tres meses.

tomorrow dies today, the pains of being pure at heart
por cosas como esta cara b, incostestable, pegajosa, fantástica, luminosa, los pains son mi banda favorita, los cabezas de cartel de un festival imaginario donde solo estén los grupos que me ponen la piel de gallina y mi serio candidato a todo lo mejor este fin de año. ¿exagero? pues claro, pero es que estoy hablando de sentimientos, y ahí no hay término medio.

britney, sundae
otro de esos grupos del cartel imaginario: lo más cerca que he estado de un concierto de trembling blue stars ha sido con sundae frente a mí. lo más cerca de bob wratten ha sido uno de esos días en los que he hablado con cris. o de beth arzy, o de cualquier cosa que me recuerde a ellos, siempre con sundae. y sin sentir esa nostalgia que remite al pasado, sino al futuro. como si después de los trenes veloces el indie pop en mi casa siguiera vivo gracias a ellos.

nunca bailo, parade
si a una de mis canciones favoritas de mi disco de 2011 le sumamos que es la canción (y el vídeo) que mateo siempre pide, vive, canta y tararea, pues sin mucho esfuerzo se convierte en la más escuchada de este verano de ida y vuelta. una tragedia que suena a fiesta, a battiato y a confetti. para no dejar de bailarla.

the trains, the nashville ramblers
un chivatazo llegado de la tienda alta fidelidad en oviedo y este pildorazo sesentero grabado en los ochenta y plastificado en 2011 se ha venido a casa en forma de 7". si no la conocéis no sé a qué esperais. seguro que no será la última vez que suene en vuestro reproductor.

it happens, primal scream
pero lo que más he hecho este verano ha sido rescatar del pasado. unos meses un poco perdido de la actualidad, perdido entre discos de the go-betweens, beat happening, aztec camera, prefab sprout, razorcuts o primal scream para no sentirme como si me hubieran instalado unas gafas de cerca que no permiten echar la vista atrás ni unos meses. y de todo eso, la canción que más se me ha quedado (probablemente porque no la conocía hasta hace cosa de dos meses) es esta cara b destinada a acompañar a velocity girl en el olimpo de lo rematadamente bello. dos canciones que demuestran que los mejores primal scream fueron los que aún no conocían a los stooges ni a los stones, ni se había dejado aún engañar por andrew waterall. los que casi inventaron una etiqueta que, sí, será todo lo confusa y peligrosa que se quiera, pero que a mí me ha salvado la vida.