ísimos y érrimos, espanto (austrohúngaro) 2011

cuando quise tener toda la discografía de espanto ya fue tarde. césar (el chico con nombre de canción de vainica doble) me dijo por correo que sus dos maquetas ya no estaban accesibles pero que pronto saldría un cd-r en un sello nuevo, birra y perdiz, que recopilaría material de ambas y alguna sorpresa. y así llegaron a casa espanto cantando en tu siesta con su profesora de primaria, esa obra de culto que es cuatro canciones en la hoguera y el split con anntona donde estaba la canción de anntona que en realidad era de espanto.

ísimos por eso, cuando al fin se publicó ísimos, definido como su álbum de debut, espanto ya no eran un grupo nuevo sino parte de mi día a día. e ísimos no era un cd-r, sino un libro de pequeños relatos que me recordaban a pavese o al costumbrismo español que solo conocí por las clases de literatura de primero de bup. ¿pero qué podían ser si no la historia de la cotilla, la despedida del verano de el último día de las vacaciones o el hastío rutinario de a ver si nos vemos?

luis y teresa reflejan como nadie, distante y desapasionadamente, lo aburrido de tener una vida normal, un trabajo normal y unas amistades normales. hacen que les comprendamos porque, no lo sabíamos antes de escucharles (como les ocurría a aquellos borrachos que bailaban en la fiesta sin reparar en la estampa), pero en el fondo pensamos igual que ellos. hemos visto como se nos escapaba ese amigo que jamás será nada más y como faltaste a la reunión de exalumnos cuando el resto eran solo el resto. nos han contado, con otras historias y otras anécdotas, todo lo que había pasado por delante nuestra y no habíamos reparado en ello.

y ahora, además, lo tenemos en vinilo (austrohúngaro lo ha hecho posible) y he vuelto a estas ocho canciones, ahora dieciseis, con la ingenuidad de quien las descubre por primera vez. lo único extraño es ver como termina la fiesta y con solo un giro de muñeca empezar a escuchar las voces. m

érrimos No ha pasado ni medio año desde que Birra y Perdiz publicara Érrimos, el último disco (con canciones nuevas, ahora también está Errísimos) de Espanto, y podemos seguir deciendo que Chicos del siglo XX es mucho (muchísimo) más grande que la vida. Es una canción que vale todo un disco, toda una discografía y todo un grupo. Todas nuestras vidas, vamos. Y eso lo digo sin exagerar.

Manolo ya lo comentó aquí, los chicos del siglo XX somos cada uno de nosotros aburriéndonos en la oficina. Desencantados y resignados, con paciencia infinita, cuando hemos comprobado que la urgencia y la impaciencia ya no sirve para nada. Nosotros somos esos chicos, y Espanto nos retratan de la mejor manera posible.

Pero Érrimos es Teresa y es Luis, y claro, la cosa no se queda solo en esa canción. Por supuesto. Érrimos nos da la verdad. Porque a mí me da la impresión de que todo está lleno de mentiras y la verdad está en los discos de Espanto. Lo que se cuenta aquí son las cosas que pasan, que nos pasan. Tal cual. Porque si no, que venga Dios y lo vea.

Las piruetas sonoras de Las voces, la placidez (y las ganas de estar en) Ninguna parte, la esquina gastada de nuestra vida, digo, pantalón; cada una de las canciones forman parte indispensable de Érrimos. Y Érrimos de esa clase de discos que solo pasan cada mucho tiempo. j