cinco canciones de la década (por manolo)

cerca de shibuya, la casa azul
(álbum: el sonido efervescente, 2000)
amaya me contó que descubrió esta canción en uno de los cds de rdl y de inmediato se hizo fan de guille y sus melodías pop. yo también pensaba que esa fue mi primera relación con la casa azul hasta que cris me habló de la entrega de premios de viaje a los sueños polares en los que fue elegido grupo revelación. y ahora sé que en aquella fiesta, bailando ellos en el escenario y yo en mi habitación, estábamos empezando la década y acercando hilos invisibles que por entonces aún no sabíamos que existían.

accelerator, primal scream
(álbum: xtrmntr, 2000)
a la vuelta de londres, fede me regaló una cinta de un dj que estaba promocionando su nuevo álbum recién publicado. el dj era david holmes y en la cinta (promo de bow down to the exit sign) estaba este trallazo de los primal scream que después apareció en exterminator. por culpa de ese viaje a mí me tocó ir solo al central al concierto de death in vegas donde the contino sessions sonó mil veces más carnal que en disco. a la salida, y mientras volvía casa, yo esta convencido de que tanto unos como otros eran el presente y el futuro de la música. han pasado diez años desde entonces.

aquel verano que estuve enfermo, zola
(álbum: siete maletas, 2003)
creo que ya he hablado del verano (de mi verano) de 2003, en el que lo que pesaba no era el bochorno sino la vida. y uno de los primeros textos que escribí por entonces para algo que llamé la nadadora, y que no sabía exactamente que podría ser excepto una forma como otra cualquiera de huir de nada, fue precisamente una reseña de siete maletas en la que decía que era un debut que aparece para que ese agosto siguiera sintiéndome frágil. y yo, allí perdido, mezclé discos y conceptos y me empapé tanto de sus canciones que al escucharlo de nuevo sigue doliéndome como aquel verano en el que, sí, yo también estuve enfermo.

dos ostras, la costa brava
(álbum: se hacen los interesantes, 2004)
los conciertos son para recordarlos, pero no para hacer historia. o al menos no para que la historia se coma, como antes lo hiciera david, al gigante. en marzo de 2007 yo estaba en primera fila cuando dos otras sirvió como presentación para algo que solo debería ser una gran concierto. pero lo malo es que tenemos esto que nos recuerda que la historia ha forzado a que sea mucho más.

the imperial school, horse shoes (en la foto)
(álbum; the imperial school, 2009)
creo, estoy convencido de que horse shoes van a ser una de mis bandas favoritas. holiday records ha sido mi descubrimiento del año y cada proyecto de jacob graham me enamora. da igual si son estos horse shoes, the drums o victory viii. y acabar la década esperando que la próxima arranque con la banda de mi vida debe ser positivo. lo es. de momento, the imperial school es una de esas canciones que tengo clavadas en el cerebro.