my guilty pleasure, sally shapiro (permanent vacation) 2009

no todo ocurrió como en el cuento, y dado que la princesa volvió a casa antes de las doce pudo seguir viviendo en su hermoso mundo de fantasía durante todo el tiempo que quiso, tanto que hasta le dio para grabar un segundo trabajo, el que ahora nos ocupa. esa podía ser la historia de una princesa sueca pop al uso, pero en este caso nos estamos refiriendo a sally shapiro, la chica que salió de la imaginación de johan agebjörn y que a golpe de eurobeat y de italo disco fue creando entre la electrónica y uno de los misterios más recordados del pop una ensoñadora carrera

y es que el placer culpable (así es como traducimos el título del nuevo disco) de esta señorita viene a ser simplemente el volver a deambular por la electrónica evocadora y algo fría (menos cálida que en el anterior disco) y por el pop ensoñador con ganas de hacernos bailar, jugando a recrear los momentos más emotivos que podamos revivir sobre una pista de baile. esa podría ser una buena carta de presentación de sally shapiro, una especie de no-diva sin pretensión alguna y con la dosis de pereza justa de todo icono del pop

desde el intro de swimming through the blue lagoon hasta el apoteósico final de miracle, tema que fue single previo, paseamos junto a ella por todo un catálogo de ritmos adictivos que han sido trazados por el lápiz de agebjörn. canciones como my fantasy o save your love tienen el punto exacto para convertirse en grandes éxitos de cualquier discoteca exquisita y otras como moonlight dance o looking at the stars juegan un poco más a despistar con interludios de electrónica un tanto contemplativa esperando a la tan ansiada remezcla

definitivamente, el proyecto sally shapiro (sí, porque la chica en cuestión no responde a este nombre) ha vuelto a dar en el clavo, sin demasiados miramientos, orientándose básicamente hacia la pista de baile, quizá, por ponerle algún pero, de hace una década, y como bien dice en uno de sus títulos, ‘dejando mostrar’ todo lo que puede dar de sí