1/6/09

madre ep, blacanova (beladrone) 2009

hace unos días, escuchando en casa el philophobia de arab strap con las letras del disco en la mano, decidí no recurrir más a la metáfora para hablar de música. dejar de apostar por este absurdo recurso, que adorna como un marco lo hace con un mal cuadro o un nombre famoso con una película del montón, para facilitar la construcción de textos superficialmente aparentes pero que al final no dicen nada. decidí dejar de, en definitiva, hacer trampas.

pero ahora, a las primeras de cambio, me arrepiento. ante blacanova me quedo vacío sin ellas. confundo mis sensaciones y no sé si omitir el sudor frío que noto recorrer mi frente cuando suena la increible verdad, la paralización de algún músculo con el sueño americano o la inquietud y desasosiego que me produce décima víctima. no sé si mi cuerpo se ha acostumbrado tanto a la hipérbole que él mismo las genera por mí, si me he convertido en lo que escribo y no al revés. y, por supuesto, explicarlo cuesta y hacerlo creíble aún más.

sin embargo, todo debería resultar más sencillo sabiendo que estas cuatro nuevas canciones no hacen sino ahondar en lo ya conseguido. porque blacanova han creado su propio universo, tanto lírico como personal, y en él se mueven con una soltura envidiable. y esto, evidente ya desde su anterior demo y consolidado con este ep autoeditado como beladrone, les ha convertido, a pesar de ser casi noveles, en uno de los grupos más personales de nuestro país y, junto a sundae por la rama más sarah, en la confirmación de que la renovación de shoegaze ha pegado fuerte en sevilla.

y madre ep es solo eso. cuatro canciones más de blacanova. capaces de congelar el ambiente, paralizar la respiración y abstraer a quien las escucha del resto del mundo. y el motivo para que empiece a plantearme que voy a volver a faltar a mi palabra.

y si también queréis que os afecte a vosotros, mientras salen a la venta las copias físicas, podéis descargaros el ep aquí.

1 comentario:

  1. otro muestrario de canciones excepcional.
    ante ellos da igual repetirse: ¡qué grandes son!

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