canciones: roma, manel

si hubiera nacido en roma, hace más de dos mil años,
viviría en un imperio, tendríamos un esclavo,
y ánforas en el patio, llenas de aceite y vino
y una estatua de mármol dedicada a mí

así, con esas palabras, despachan los catalanes manel el comienzo de una de las canciones más redondas de su disco de debut, una fantasía imperial que juguetea con el pasado y el presente en claroscuros que dejan entrever una perfecta melancolía establecida en el centro de la ciudad eterna, en la que no puedes evitar ni por un momento sentirte turista

el ahora y el antes, un tema muy recurrente en el pop, pero pocas veces hasta ahora tratado con la perspectiva que manel adoptan, esto es, un juego de imágenes que hacen pensar que incluso era mejor no haber explotado el turismo jamás, porque hace que se pierda el valor esencial de las cosas. después aparecen las ofrendas de toros a los dioses, un carro por el empedrado, los mosaicos, un brazalete... son las cosas buenas de pasar a la eternidad como siguen diciendo

a partir de ahora, todo el mundo que vaya a roma debería ir sin hacer caso de las guías del lonely planet o del national geographic y haciendo más caso a esta canción de manel, porque retratos tan bellos y tan placenteros como el que hacen estos cuatro iluminados no se ven todos los días