5/3/09

slow dance, jeremy jay (k records) 2009

will you dance with me? no es solo el título de una de las canciones del segundo álbum de jeremy jay, es también la mejor frase que he encontrado para empezar a hablar de slow dance. porque jeremy ya no emociona, ya no hiela la sangre, ya no te pone los pelos de punta, ahora solo te pide que bailes con él. pero a su manera, claro. y no vamos a decir que no estábamos avisados. antes ya nos había ofrecido el single alpharythm y, especialmente, el maxi love everlasting, donde se mostraba, nítido, el camino a seguir.

el problema que se nos presenta ahora es decidir si puede ser positivo abandonar la imagen de rockero con alma de cantautor para disfrazarse de nuevaolero oscuro, agarrarse a un sintetizador y no soltarlo para casi nada. pues en principio, cuando se tiene (y se utiliza) el talento que jeremy lleva ya unos discos demostrando (rebuscar entre su selección de singles puede llegar a ser sorprendente), no tiene por qué no serlo. y este segundo lp en concreto no tiene nada criticable. en él ha conseguido un sonido híbrido entre el rock setentero de su anterior disco (el que nos podía recordar al bowie más reivindicable) y unos arreglos de sintes que hacen que las canciones salten toda una década de golpe y casi sin darnos cuenta. y jeremy sigue cantando como si se encontrara en el fondo de un pasillo vacío, dándole un punto bastante personal a su voz que juega entre lo cavernoso y lo frágil.

pero, ¡ay!, ahora viene el problema, que no es otro que ese 12” publicado en enero que tiene, a mi parecer, las dos mejores composiciones de jeremy en este 2009 (love everlasting y lite beam) y que hace que con slow dance te sientas un poco chafado en tu orgullo de alguien que empieza a ser fan de... porque especialmente en love everlasting se consigue no sonar a descarte del magnífico a place where we can go con distintos arreglos, dándole todo el sentido del mundo al giro tomado, y aquí ya no tanto. aquí da más la impresión de que el nuevo sonido maquilla unas composiciones que (quizás exceptuando a where we could go tonight, in this lonely town y poco más) se quedan un peldaño más abajo que las de su predecesor.

aún así, a pesar del chasco relativo, yo no solo no he perdido la fe en jeremy jay, sino que tampoco lo he hecho en este slow dance que, en cuanto acepte que no me va a llegar como a place where we can go, empezaré a disfrutar como en realidad se merece. bueno, y siendo sinceros, también cuando llegue mi copia en vinilo, que siempre ayuda a mejorar las cosas.

5 comentarios:

  1. sí, es cierto lo que comentas sobre love everlasting..es que es tan grande!

    y este slow dance, también lo que dices, que aceptado el cambio, también es muy disfrutable..

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  2. no sé, a mí no me emociona tanto como el anterior, pero es que en el concierto me lo pasé tan bien que se lo perdono todo

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  3. Soy de la opinión de Nacho, ya que también estoy influido por el concierto.

    A Place fue la sorpresa y con Slow ya no nos puede sorprender pero para mi es tan bueno como el primero y lo reafirmo a pesar de que por ahí se dice lo contrario.

    En cualquier caso, mi opinión está muy sesgada porque tengo un revival bestial y me dedico a cosas como Fotheringay que no me dejan ver la realidad actual.

    Aprovecho para saludaros, Ignacio

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  4. pues eso, apoyando opinión de Ignacio a Ignacio, jeje

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  5. el cambio de sonido entre los dos discos (más si el primero fue como fue) al principio puede producir rechazo, pero metidos en hondura este 'slow dance' también tiene mucho disfrutable, mejora con las escuchas (aunque también es cierto que 'love everlasting' y 'lite beam' son dos temazos).
    además secundo a los ignacios en que su directo es buenísimo, un tío que une a sus grandes canciones una personalidad escénica brutal.

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