un soplo en el corazón, homenaje a family (rdl-elefant) 2003

A raiz de la charla que J mantuvo con Diego Manrique en su programa de Radio 3, y donde tocó con una guitarra acústica El mapa, la canción número 13 de Un soplo en el corazón, he recuperado este homenaje que la revista Rockdelux impulsó allá por diciembre de 2003. Creo que no es necesario decir que Los Planetas fueron los que mejor entendieron o supieron llevar su versión mas allá del homenaje y el fervor de admiradores que se profesa a Family (algo de lo que en está página sabemos mucho..). Su lectura de El mapa no solo transmite todo lo que nos ofrecían Javier e Iñaki, sino que consiguen una atmósfera que la lleva a ser una de las mejores canciones que ha tocado el grupo granadino. Así de simple.

Pero no es lo único de este disco. La noche inventada de Ana D y Kamamuri, cual nana, se convierte en un bonito cuento para explicar a los niños antes de ir a dormir.
Parade, uno de los mas aventajados alumnos de la doctrina, con mucho respeto lleva a El buen aviador a terrenos mas pop. Y Fernando Alfaro y sus Chucho, siempre tan suyo, nos cuenta que ya se lo decía a Aramburu, no puede evitar que para él un caminito de estrellas multicolor se convierta en uno de tumbas multicolor.

Astrud fueron los que mas palos se llevaron por su versión de El bello verano. Ellos se defendían comentando que una casualidad del tipo de que la letra de la canción encajara con la melodía de La Pantera Rosa clamaba al cielo y no podían dejar de hacerla. También decían que a Aramburu le había gustado mucho. A estas alturas yo aún me debato si me gusta o no, pero en todo caso no seré yo quien contradiga a Javier, y si el dio el beneplácito....

Detrás, Marco de Apenino realiza una sentimental visión de El buen vigía, al igual que La Buena Vida con Nadadora. Nosoträsh hicieron una austera y sencilla Portugal. A tu lado se convirtió en techno pop de la mano de La Monja Enana y Viajes a los sueños polares nos llevó al frío de Japon con La Casa Azul.

Y Fangoria llevaron su homenaje a otro nivel, convirtiéndolo en uno suyo hacia Carlos Berlanga. Niza hicieron lo que en su corta discográfica demostraron de sobras: Dotaron a Dame estrellas o limones de una elegancia y fragilidad exquisita, mientras que Ama fueron unos de los que mas sorprendieron con Yo te perdí una tarde de abril y esos coros casi fantasmales.

Para terminar Corazón debutaban discográficamente con su bonita y ya personal visión de Martín se ha ido para siempre.

El resultado es un homenaje donde todos actuaron desde el gran respeto que se respira en el disco, intentando devolver todo lo bueno que nos ha dado Un soplo en el corazón (y lo que le queda). Y aunque sea muy difícil acercase a un disco de tal calado y envergadura, creo que las buenas intenciones y el cariño hacen que, pasados unos años, podamos recuperar este homenaje y esbozar una sonrisa.