tu labio superior, christina rosenvinge (soster/warner) 2008

hoy he visto por primera vez dos de los tres vídeos rodados para la distancia adecuada. desde que me enteré de su existencia me pareció innecesario eso de grabar tres clips diferentes, y después de verlos aún más. ni me gustan esas fotos de christina encorsetada. no le pegan. no entiendo su campaña publicitaria para este disco. con liar to love salió a la primera y aquí podrían estar hasta el dosmildiez intentándolo que no.

por eso me sorprendió lo de esa canción regalo que anda circulando por internet gracias a un correo de la propia christina. el chispazo en la penumbra. mil veces más inteligente que ser tres veces insulso.

christina rosenvinge puede caer bien o mal. no necesariamente a personas distintas. a mí me puede caer incluso bien y mal a la misma vez. ahora mismo, por ejemplo. y eso, quiero entender, es sencillamente que me cae bien.



tu labio superior es un disco complicado de aceptar. los elogios exagerados que trae a su alrededor juegan en su contra. sus tres momentos de pedantería artie también. su pasado, ese sensacional continental 62, aún más. prácticamente todo juega en su contra, o, más bien, en la mía para rendirme ante él.

y tal vez sea por todo esto por lo que he sido tan injusto con tu labio superior. lo he relegado, casi ignorado durante semanas, hasta que un click me ha abierto los ojos. y lo primero ha sido caer rendido ante una canción que parece frágil, un poco innecesaria y otro poco insustancial, pero que en realidad es solo calmada. porque no hace falta gritar lo complicado de ciertas cosas (y ciertas relaciones) para hacerse entender. ni hablar de su jersey de prada la convierte, obligatoriamente, en superficial.

pero no solo de un momento de genialidad vive este disco. el estribillo de anoche, el punto tindersticksiano de eclipse (que la empareja con tok tok de continental 62), el recuerdo neoyorquino de las horas, la inmediatez subterránea de tu boca o tres minutos, el toque picante de tu negro cinturón o ese piano que hace de llave de judo en animales vertebrados son junto a, siempre, la voz de la rosenvinge, razones de más para comprender lo absurdo de que una, o dos, o mil, críticas positivas consigan el efecto contrario al deseado; que en principio rechazace este nuevo gran acierto de, sí, la mujer que hace coros en el último disco de nv.

tu labio superior tiene, ya he comprendido, la virtud apabullante de no ser estridente (como lo es por ejemplo, en el sentido mediático, el nuevo de nacho vegas) y por eso necesita, como el orbayu, un poco más de tiempo en ir empapando hasta traspasar el abrigo, el jersey y la camisa que me puse para evitar el frío de este invierno. y ahora que lo ha hecho, tampoco es cuestión de hacerme el insensible e ignorar que, una vez más, me creía más fuerte de lo que soy en realidad.