por casa de mis padres (y ahora en la mía, junto al plato donde siempre sonaron) siempre han andado vinilos de joan manuel serrat en castellano. parece que ya estamos acostumbrados a escuchar esos discos: los de mediterráneo, pueblo blanco, señora, tu nombre me sabe a yerba, cantares, la saeta... que hemos crecido con ellos. pero, al menos yo, no podría decir lo mismo del serrat catalanoparlante.
hasta hace bien poco, yo tenía olvidada una buena parte de su discografía. álbumes como ara que tinc vint anys, com ho fa el vent, res no es mesquí o (éste del que os hablo ahora) per al meu amic. un gravísimo error si nos ceñimos (como para el resto de su obra) a sus publicanciones anteriores a la década de los ochenta. porque joan manuel serrat, como demuestra en esta maravilla de álbum, es bastante más que ése joven que decidió no participar en eurovisión por no poder utilizar su idioma natural y siempre sonaba los domingos por las mañanas en casa o el responsable de una de las canciones más sobreexpuestas de la historia de la música española, mediterráneo, sino un artista capaz de escribir, también en catalán, como nadie al amor, a la infancia y la adolescencia, a la amistad, al medio ambiente y a toda una colección de temas que, mal dirigidos, pueden terminar indigestándose, pero tocados por la magía que el cantautor siempre les otorga se transforman en poesía.
musicalmente, en per al meu amic, serrat parece más comedido que en mediterráneo y obviamente más personal que en miguel hernández, dejando el mayor protagonismo de las canciones a su voz y limitando solo para cuando son imprescindibles los arreglos orquestales más eufóricos. es, en general, un álbum reposado que tal vez tenga su principal excepción en els falziots (en la que se hace eco de la sabiduría popular a través del ejemplo de los vencejos que aperecen en el cielo poco antes de empezar a llover) y que deja momentos excepcionales como la increible historia de desamor de helena (“Viviendo con nada, trabajando por nada, y un día como si nada morirme de nada. Adiós. Gracias.”) o la pesimista visión que en pare hace del futuro de un medio ambiente que ya empezaba a abandonarse por entonces.
per al meu amic es uno de los ejemplos del mejor serrat, el indiscutible, el que se hizo imprescindible, y que, como casi toda su primera discografía en catalán, no llega ahora a mis oídos con la distorsión propia de haber sido escuchado antes, mucho antes, de tener la suficiente capacidad como para comprender su música y, en parte por ello, se hace incluso más grande de lo que ya lo es. escuchar ahora este disco puede suponer para mí casi lo mismo que hubiera supuesto escuchar mediterráneo si para cuando lo hice por primera vez ya pasara de los veinte años, y no de los veinte meses y dos palmos mal medidos.
5/4/08
recordando discos: per al meu amic, joan manuel serrat 1973
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nunca le he metido mano a los discos de serrat en catalán, no se si será por que me rompe los esquemas de haberlo escuchado siempre en castellano y me cosa, o miedo o yo que se. algún día me lanzo
ResponderEliminarpues yo creo que este es un buen disco para irse acercando. al menos en mi caso ha servido, ya que a mí me ocurría lo mismo hasta que un día me pregunté por el motivo por el que discriminaba a unos frente a otros y no enconttré respuesta.
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ResponderEliminarfrancamente no acostumbro a escuchar a serrat en catalan, llamenme inculto pero el hecho de no entenderla letra no me va.
ResponderEliminarY la verdad sea dicha, sus canciones en catalan son muy buenas y con un mensaje muy marcado pero cuesta encontrarlo en una lengua que yo persoalmente desconozco, claro esta que siempre se pueden buscar las letras en castellano y así hacerte una idea de la cancion para luego escucharla en catalan pero no es lo mismo...