conciertos: nacho vegas, 22/1/2011, bodegas francoespañolas, logroño

justo hace hoy una semana, la oficina de turismo del ayuntamiento de logroño nos sorprendía con la lista de nombres que serán los protagonistas entre enero y mayo de un nuevo ciclo de catarsis, un proyecto que mezcla visitas a bodegas con conciertos y aperitivos en las mismas. el nombre que abría esta vez el ciclo era el de nacho vegas, que si ya se antojaba apetecible dado que nunca había estado tocando en la capital riojana, hacía más antojadizo incluso el concierto el hecho de que fuera el primero en el que presentaba canciones de lo que será el quinto disco del gijonés

faltan unas tres semanas para que podamos tener en nuestras manos la zona sucia, y aunque solo fuera en parte, en logroño ya hemos podido disfrutar de algunas de las canciones que compondrán el primer álbum del señor vegas que no se editará en limbo starr. después de una rápida visita por las bodegas francoespañolas en la que estuvo el propio vegas, era el momento de asistir al esperado concierto

el show transcurrió en una gran sala que se utiliza para banquetes y galas con una acústica y una iluminación especial. nacho, copa de vino en la mano, se subió al escenario acompañado de abraham boba, quien le ayudaba con su piano y su acordeón, y dio un concierto de más o menos una hora en el que cayeron diez temas, a razón de uno por cada uno de los cuatro discos publicados, cuatro del nuevo y dos de los ep’s, con las que abrió, canción del extranjero y hablando de marlén. de las nuevas, tocó dos de las que ya conocemos y otras dos que no, una de ellas titulada reloj sin manecillas. por lo escuchado, se adivina que la gran broma final se convertirá en un must de sus conciertos y también se pudo apreciar que perplejidad gana en directo. especial mención merecen dry martini s.a., a la que le cambió la letra ligeramente, y el hombre que casi conoció a michi panero, con la que cerró, que ya son dos temas absolutamente necesarios en sus conciertos

no hubo tiempo para el bis. la gente, que salió despedida a la sala del aperitivo, no lo pidió. pero en mi caso sí que hubo un momento para reflexionar, porque son ya diez años los que llevamos escuchando a vegas en solitario, los que llevamos compartiendo sus heridas, los que llevamos doliéndonos con sus canciones…