quema cosas, trisfe (sello salvaje) 2010

y fuimos tan felices que nos olvidamos del slowcore, de codeine, de la banda sonora de nuestros funerales y de lo jodido que puede resultar a veces vivir. nos compramos discos de bubblegum y dejamos arrinconadas nuestras camisetas grises de rayas.

así hemos sobrevivido un tiempo, cinco, diez años, hasta que de tanto sonreir nos hemos cansados de hacer como si todo fuera perfecto. y ahora está este disco y esta banda para que nos duela el invierno más que cien veranos juntos. para que volvamos a ser quienes fuimos con todos nuestros complejos y sin gafas rayban con las que vestir de modernidad la fotofobia.

quema cosas no es un álbum decididamente oscuro ni pesimista, pero bebe de gente como codeine, seam, slowdive o los nacionales paperhouse a la hora de elaborar su sonido y eso es como una resaca de alcohol con antidepresivos. un bajón severo que en el fondo no significa más que pura adicción. porque escuchar el debut de trisfe es pura adicción ralentizada que solo se dispara al vacío en eslovaquia. trata las atmósferas slowcore como hacía tiempo que no escuchaba e introduce las suficientes melodías vocales para no hacerse monótono. parece una balsa en un mar en calma que no sabes si va a llegar a su destino o hundirse en el mar.

y, por supuesto, en sello salvaje han entendido a la perfección la importancia de este disco y han cuidado su presentación al máximo, editándolo en vinilo, con opción de descarga gratuita, y añadiendo un ep en formato cassette para los más fetichistas. todo demasiado atractivo como para dejarlo escapar.

esto tenía que pasar, llevábamos mucho bordeándolo y era solo cuestión de tiempo que volviéramos a caer en el pozo. ya estamos en él, ¿y ahora qué?