interpol, interpol (matador) 2010

No, este no será el mejor ni el disco más recordado de Interpol. De hecho, y aunque el saber popular diga lo contrario (para el saber eso llegó justo después de su primer disco) se podría considerar como el trabajo más flojito del grupo. Turn on the brights lights sigue siendo su mejor álbum (canciones como Obstacle 1, Untitled, NYC o Say hello to the angels todavía revulven cuando se escuchan), el que marca las bases del grupo, con las influencias a la vista pero aplicándolas de una manera muy personal. Le siguieron Antics y Our love to admire, dos discos que si bien siguen las reglas (pedir evolución y cambio a una banda como Interpol no tiene sentido), funcionan porque sigue habiendo canciones: Evil, Narc, C'mere, No I in threesome, The Scale o All fired up son dianas absolutas.

Ahora llega el disco llamado como ellos, y no, esas canciones casi no nos las encontramos. El disco se hace largo, y sobrevuela un halo de que esto podría ser mejor. Que están Barricade, Summer well, Always malaise (The man I am), que tal vez con las escuchas Success, Memory serves o Lights pueden ganar bastante, que quizás cuando los veamos dentro de un par de meses en Barcelona (junto a Surfer Blood, por cierto), la sensación del disco mejore y sea mejor, pero de momento no me puedo quitar esa idea de la cabeza.

Así todo, yo que soy de ideas fijas y costumbres (quien tuvo...), ya ardo en deseos de que llegue el 14 de noviembre y verlos de nuevo en directo. Lugar donde el grupo crece y demuestran su valía.

(Y sí, dejamos para otra ocasión los fraseos en castellano (sic) de Paul Banks en The Undoing y la portada e imagen del disco -más propia de un grupo heavy...-) porque necesitaría un post entero sólo para eso)