festivales: southpop islacristina, jornada sábado 11/09/2010

el sábado arrancaban la jornada the baltic sea demostrando que el potencial del indie sevillano se acerca al rock con la misma fuerza que al pop, que tiene calidad de sobra y que empieza a pedir en el festival algo mejor que la hora maldita del segundo día. sonaron potentes, más que en disco (presentaban el gran blanco, su segundo álbum, cantado en castellano), y convencieron a los afortunados que decidimos estar allí desde primera hora.

el segundo turno era para roger quigley, en su versión at swim two birds, que acompañado de guitarra y el resto de música pregrabada ofreció un show basado en versiones de sinatra en clave alt country (yo, en mi ignorancia, no reconocí ninguna) que se me hicieron un poco monótonas. una gran voz y unas canciones que no eran en su mayoría de mi palo me dejaron no frío, pero sí a medias. y algo parecido me ocurrió con con sad day for puppets, estos suecos que apuestan por reavivar el noise pop de los noventas y que a veces se van un poco más lejos incluso hasta rozar el espíritu c-86. ni qué decir que yo me quedé con lo segundo, pero aceptando que en todo momento sonaron contundentes en un concierto interesante que repite los mismos puntos fuertes y débiles que hace un año en el southpop sevillano.

tras estos llegaba la recta final del día con los tres grupos que más me interesaban de la noche. ninguno defraudó, pero la gran sorpresa fueron the school, a los que no imaginaba tan jóvenes, que aparecieron en el escenario con trompeta, violín, pandereta, camiseta de hefner y look de girlgroups que empieza a nacer. un cócktail infalible para defender las canciones de su disco de debut con elefant, que hicieron menos limpias y más vivas que en estudio. bailaron, rieron, se divirtieron y nos hicieron bailar, reir y divertirnos al menos a los pop fans que corrimos a las primeras filas (aunque intuyo que a muchos más por como se pidió en vano que hicieran algún bis).

después radio dept. fueron un bloque de hielo que esconde todos los sentimientos en su interior. amables aunque fríos y distantes, la banda sueca dio un gran concierto, al que quizás se le pueda achacar una excesiva bola de sonido, pero que incluso jugaba a su favor en según qué canción. ya hablé ayer sobre ellos y lo que significan para mí, así que es fácil suponer cuánto disfruté de su actuación.

y los encargados de cerrar los conciertos eran hidrogenesse, un dúo que casi muta en cada concierto que les he visto, aquí muy electrónicos y macarras, sintiéndose los reyes de la pista y sabiendo tocar los resortes justos para hacer saltar a la gente. yo quizás les prefiero en la anterior versión más guitarrera, pero disfraz de tigre, los perezosos, no hay nada más triste que lo tuyo, vuelve conmigo a italia y estafa (que sirvió de bis) son algunos de los hits de mi vida, y ellos los más inteligentes de la escena nacional actual.

tras los directos le tocó el turno a bob stanley, que se hizo con los platos para ofrecernos una sesión que empezó muy sesentas y que tuve que abandonar pronto por culpa del cansancio. así que me quedo sin valorar nuevamente al dj de un festival que crece y se consolida. ahora a no estropearlo.