teatime favourites, betty and the werewolves (damaged goods) 2010

lo primero que se me vino a la cabeza al escuchar a estos británicos fue talulah gosh. betty and the werewolves recuerdan inevitablemente a la primeriza banda de amelia fletcher. y para mí, en un primer momento, eso me supuso cierto rechazo. uno ya está un poco aburrido de tanto grupo que suena a…

pero han ido pasando las escuchas, hemos dejado lejos la superficie y hemos encontrado muchas más cosas. la principal, que podría ser positiva pero no, es que no solo suenan a talulah gosh. euston station, wind-up, plastic o tu veux jouer son también arrebatos punkpoperos pero menos azucarados, alejándose un poco del espíritu 53rd & 3rd para acercarse a un sonido más correoso y, a fin de cuentas, estas terminan siendo las que menos me convencen del disco. y claro, eso me lleva al resto, es decir, a admitir que cuando se ponen más poppies betty and the werewolves es perfecta como banda regeneradora de aquel espíritu que, sí, recoge influencias excesivamente claras, pero que las utiliza con tanto talento que en vez de restar, le suma puntos.

paper thin o good as gold, por poner dos de las primeras, son joyas de pop inmediato que incitan a bailar y a saltar, david cassidy tiene un estribillo hiperpegadizo que es imposible escuchar sin mover la cabeza, y purple eyes te mete en el cuerpo las ganas de montar un sello para publicar discos que suenen como esa canción. todo el álbum en definitiva está plagado de momentazos indiepop capaces de sacarle el espíritu twee al más macarra del barrio.

y sí, es cierto que hace tiempo que perdí la cuenta de discos que tendría que poner cerca de los de, por poner algunos ejemplos, pastels, heavenly, shop assistants o talulah gosh. pero también es verdad que a mí son estos los que me sacan del sopor del día a día y me hacen parecer aún mucho más feliz de lo que ya lo soy. así que sí, si los nuevos talulah gosh tienen que convertirse en mi nuevo grupo favorito que no venga nadie ahora a decirme lo contrario.