conciertos: wild nothing + goldsoundz, 5/8/2010, rhiz, viena

mis vacaciones de verano en viena y encima coincidiendo con un concierto de wild nothing, no me lo podía creer. uno de esos grupos del momento del sello del momento, y que todavía no me explico por qué no estuvieron en el pasado primavera, tocando poco más de cien metros del hotel donde me alojaba. esa misma noche tocaban en otro bar a escasos ochenta metros y a la misma hora ezra furman & the harpoons y un poco más allá trans am, así que imaginé que el público indie de la capital austriaca tendría que dividirse

lo primero, lo segundo que nos encontramos sobre el escenario de la sala rhiz, que está debajo de las vías de metro de la estación de la línea 6 josefstadtstrasse, que fue a wild nothing (en la foto). su actuación fue en formato cuarteto con un tímido y poco hablador jack tatum de frontman y la formación clásica de dos guitarras, bajo y batería (aunque el segundo guitarra también acudía al teclado en ocasiones)

llegados desde la américa profunda (esto es, ni nueva york ni california en lo que a música se refiere), wild nothing tienen muy claro que han superado la difícil prueba del disco después de brillantes singles (como los pains, los drums o best coast por poner ejemplos cercanos) y que tienen una preciosa colección de canciones para defender justo en su mejor momento. así que les quedaba la asignatura del directo, que afortunadamente también han superado con nota. tocaron prácticamente todas las canciones de su disco gemini (creo que sólo se queda fuera o, lilac) y las tres de su reciente ep, dejando para la recta final las mejores, claro, live in dreams, summer holiday y chinatown, las tres últimas. una maravilla pop en concierto que todos podréis disfrutar en el próximo pclub y a la que sólo se le puede poner la pega de que no hicieran bis por no tener más temas preparados y considerar que era mejor no repetir

empezaron los teloneros, los vieneses goldsoundz, que claro, con ese nombre uno ya se imagina que lo que le van a mostrar tiene que ver con pavement sí o sí. y así fue, mucho sonido noventero, por momentos más grunge y por momentos más pop, pero de guitarras noventeras y distorsionadas al fin y al cabo. hubo algunas concesiones algo descaradas a los de stephen malkmus y otras que incluso alcanzaban tintes más a lo blur de los primeros discos. cambios de instrumentos entre los cuatro componentes, saludos graciosos a sus colegas y alguna que otra versión, un poco de todo en una sala no demasiado grande (cien personas) que se llenó y en la que hacía un calor realmente inaguantable