canciones: wonderful life, black

genís, en aquel diario que (al menos para mí) fue el primer blog de la historia, escribió un día sobre su adolescencia y primera juventud. explicaba que la recordaba con nostalgia, y que tuvieron que ser los demás quienes le hicieron ver que en realidad había sido bastante infeliz en esa época. yo no necesito que nadie me abra los ojos. soy más o menos consciente de mi pasado, sigo reconociendo a mis fantasmas si me cruzo con ellos por la calle y he perdido todo atisbo nostálgico de entonces. pero mientras a él fue una foto la que le trajo a la memoria sus tiempos de instituto, a mí ha sido una canción, wonderful life.

el día que me monté en el autobús camino de mi viaje de fin de curso del instituto, a madrid primero y lisboa después, black era mi artista favorito. yo también quería vestir de negro y vivía con mi tormenta casi ficticia a las espaldas. no sabía de artistas como nick drake, leonard cohen (bueno, el cohen premanhattan) o robert wyatt porque no sonaban en los cuarenta y, para mí, la definición de tristeza era este músico británico disfrazado de raphael.

escuchar ahora esta canción me produce una extraña sensación. tira a la basura esa absurda idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor de igual forma a como manolo o sus amigas lo hicieron con genís. y es precisamente ahora cuando black se convierte en ese artista depresivo que siempre pensé equivocadamente que era. pero soy yo el que le ha dado un poder que, hasta esta innecesaria recuperación, solo estaba en mi mente.

recordar sesimbra, con aquella barra libre de cerveza que solo sirvió para acentuar mi reclusión social, lisboa y sus calles envejecidas en las que perderse, madrid y un aguacero en el parque del retiro donde todos iban a una y yo a otra… recordar que todo aquellos días pudo ser mejor y yo siempre me empeñé en que no fuera ni bueno ni malo por miedo a que fuera malo. por miedo, probablemente, a que fuera algo.

wondeful life hoy en día son solo historias, ha perdido valor musical a cambio de ser reflejo de una época, en mi caso, con más nubes que otra cosa. y tal vez por eso hoy sea la última vez que escucho nada de aquel hombre de negro que se llamaba black. para deprimirnos ya tenemos otros discos que no hablan de mi pasado.