primera jornada southpop, 26/03/2010 sevilla

suena casi idílico pensar que la culpa es del aumento de la inmigración que se está produciendo en estos últimos años, que no todo va a ser aprovecharnos de su pobreza para nuestro beneficio, sino que también parte de su cultura va poco a poco calando en la nuestra. pero no, todos sabemos que la razón de este africanismo musical la tienen vampire weekend y animal collective. y frànçois and the atlas mountain son otros de los aparentemente merriweatherzados que se han entregado a las percusiones y los ritmos subsaharianos aunque, en este caso, lo han hecho sin perder su propia identidad y remitiendo más a las raices que al fruto de nuevo cuño.

así, nos encontramos abriendo el festival la sorprendente puesta en escena de sus cuatro componentes, preparados para bailar y dispuestos a contagiarnos en una actuación a la que, tal vez, le falló el horario para que todos terminásemos imbuidos por el espíritu de unas canciones nacidas en parís con la mirada puesta en mali. frànçois se mostró en sevilla como un artista inquieto con un repertorio vivo que no sigue madurándose incluso después de grabado. otra nueva cara de una banda a reivindicar.

sobre marina, amaya dice que da las gracias igual que mateo. y claro, así es imposible no dejarnos llevar por la música de klaus & kinski. en sevilla presentaron su segundo disco, incluyendo en el repertorio casi todas mis favoritas (faltó los niños muertos) y volvieron a demostrar la soltura que tienen en directo. más shoegazers si cabe que cuando les ví en septiembre y con idéntica intensidad. alejandro es un gran guitarrista y marina una frontgirl con una gracia personal evidente y eso se nota. de neuvo puntuando en positivo.

tras ellos, antonio luque se empeñó en revolver los fantasmas del pasado y lo consiguió con la efectividad ya comenta en el post de ayer. canciones para hacer borrón y cuenta nueva.

los suecos lacrosse, sin embargo, tiraron de optimismo con su pop saltarín de la escuela de helsinki. sus canciones, que en disco me resultan como balas de fogueo, en el ambiente de festival funcionaron a las mil maravillas. un bonito y animado concierto, con emocionada respuesta del público, para adelantar el terremoto de pop lo-fi que nos aguardaba a continuación.

porque stereo total son eso, un terremoto, una catarsis, un subidón, una exaltación del pop sobresaturada de actitud que a algunos le pareció una mamarrachada y otros lo sentimos como la cosa más grande vivida en años. versiones del c'est fini de la casa azul, de voy a ser mamá y de comme d'habitude mediante, françoise y brezel se merendaron el escenario con la propuesta menos pretenciosa y más íntegra que he visto en mucho tiempo. ¿si sonaron bien? ¿le importa eso a alguien? pues vale, sonaron de puta madre.