el festival internacional zemos98, que se celebra cada año en sevilla, se ha construido en esta edición bajo la excusa argumental de los microbios. nosotros somos microbios, seres microscópicos obstinados en crecer, y como tales hemos aprendido a enamorarnos de las pequeñas cosas y a disfrutar de los pequeños regalos.
preparar un festival de carácter audiovisual en torno a esta argumentación no es nada sencillo. no siempre la excusa habrá resultado creible. pero sin duda alguna, sí han conseguido que encaje a la perfección dentro de la programación lo que han denominado conciertos domésticos y que se celebró en la tarde del jueves pasado.
distintas actuaciones de carácter más o menos experimental que se desarrollaron en marcos no habituales y para un público reducido. una tarde de lo más interesante, que comenzó con la sesión que los responsables de melodías pizarras ofrecieron en una tienda de ultramarinos.
un pistoletazo de salida de lo más ameno, que logró reunir a un público heterodoxo, combinado entre los que fuimos allí sabiendo lo que nos íbamos a encontrar y quienes se apuntaron rápidamente al carro gracias a la buenísima tarde que hizo y el sabor de la cerveza fresquita que vendía la tendera de la beni.
después de ello, el camino hacia la siguiente actuación fue liderado por el cantaor niño de elche, que interpretó, subido a una escalera, distintos palos flamencos en algunas de las calles del centro sevillano. una anécdota curiosa cuyo resultado se puede comprobar en el siguiente vídeo.
así llegamos a la nave situada en la plaza del pelícano, donde internet2 tenía preparados su teclado de suelo y su capa para sorprender a todo el mundo con su espectáculo, híbrido entre lo musical, visual y experimental que, hits aparte (carlos definió dar penita como una canción creada con la intención de que sea un hit), tiene tanto de alucinante como de perecedero. porque la duda está ahí, en saber si tiene sentido mantener durante mucho tiempo esta propuesta o buscar pronto la renovación para no caer en la rutina.
tras el funky de comte d'urgell salimos corriendo a la casa de pili para ser los primeros en entrar en el increible loft donde maite tenía preparada su brillante actuación como mursego. lo más esperado de la tarde (aunque también es cierto que no pudimos asistir a la propuesta ruidista de mattin y no entramos a valorarla) terminó siendo finalmente lo más emocionante. a medida que el cello de la violonchelista eibarrense se iba multiplicando, nuestros corazones empezaban a latir al ritmo que impuso su música y a encogerse hasta el punto de que, de haber durado un poco más la versión que hizo del devil town de daniel johnston, más de uno de los presentes habríamos acabado llorando junto a una desgarradora maite, que también bordó los temas que incluyó de su ep bat en el setlist, la versión del the model de kraftwerk y el curioso regalo que hizo al festival con el tema creado para la ocasión microbios. un concierto que se nos hizo corto, pero que fue lo suficientemente intenso como para sentir la necesidad de disfrutar pronto de una segunda parte en un escenario más acorde a su propuesta.
y, como ya he comentado, entre unas cosas y otras no pudimos cerrar la tarde con mattin, ya que en la estación de santa justa nos esperaba nacho para comenzar un fin de semana que arrancaría en triana escuchando cantar a la anselma y terminaría en las columnas tomando pringá.
22/3/10
conciertos domésticos en zemos98, 18/03/2010
Etiquetas:
conciertos,
manolodominguez
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sí, fue un fastidio que fuera tan pronto todo eso, porquehabría sido una pasada haber hecho el recorrido juntos...
ResponderEliminarGracias por esta crónica!
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