24/1/10

at the isle of wight 1970, leonard cohen (columbia) 2009

(en un momento de su actuación, entre canción y canción, cohen se dirigía al público:
-han rodeado la isla.
-algún día esta tierra será nuestra…
-
todavía nos faltan fuerzas, no os engañéis.
hoy, simplemente habría dicho que nos faltan ganas de intentarlo, y tendría razón.

y yo necesito al cohen sin fuerzas para cambiar las cosas, no sin ganas.)


este año la comunión ha sido total. nadie ha dudado de que el directo de 2009 ha sido el de leonard cohen. y yo no iba a atreverme a llevarles la contraria y por eso, y por otras muchas razones, decidí no acercarme a ninguna de las ciudades por las que pasó el que un día fue el hombre del abrigo azul.

independientemente de las circunstancias que han motivado su vuelta a los escenarios, de si seríamos o no capaces de abstraernos de ello, de si nos importaría o no, el mayor miedo que tenía a esta gira no era sino el inevitable paso del tiempo. el tiempo convertido en óxido, arrugas, achaques, arreglos de viento y vida burguesa. el tiempo erosionando la crudeza de unas canciones que ahora solo son terciopelo pero que nacieron como hojas de cuchillas de afeitar, que dolía escucharlas. y leonard cohen no es el leonard cohen de sus primeros álbumes, no es ese poeta atormentado y tormentoso, sino alguien con una vida cómoda, alejado de las complicaciones del pasado y con tanto vivido que difícilmente podría acercarse a ser lo que fue en su juventud.

y claro, todo eso se notaba en el prólogo a esta gira española que fue el dvd live in london, publicado a principios del año pasado, y que me decepcionó con cada canción que no llegaba a ser ni la sombra de lo que era al nacer, con cada arreglo cuasi aor, cada inmersión jazzística y cada ejercicio de absoluta templanza que choca casi frontalmente con la imagen que yo tengo de leonard cohen. podía haberme arriesgado y apelar a lo emotivo para confiar en formar parte de la comunión artista-público que han sido cada uno de los conciertos vividos en nuestro país estos últimos meses. pero no me atreví a arriesgarme. no me atreví a sentirme desplazado en mi silla de plástico sentado justo enfrente de uno de los hombres más importantes de la música del siglo pasado.

y ahora este cd+dvd del concierto que ofreció en la isla de wight hace casi treinta años solo hace confirmar que la distancia existente entre ambas personas, que en su dni siguen siendo la misma, es insalvable. la emoción que me falta en la actuación que abría su última gira me sobra en este, la austeridad que un día tuvo su música y que desapareció por el camino aquí se muestra aún intacta, la profundidad de su voz, la belleza de su guitarra, la serenidad de su presencia, la capacidad hipnótica de su mirada… todo lo que me hace amar a leonard cohen está en este concierto y no creo que lo hubiese encontrado en los de hoy. por eso lo más sencillo para mí ha sido perderme esta gira. y temblar de emoción mientras suena el stranger song de entonces, con su voz infinita y la soledad de su guitarra, interpretado frente a más de medio millón de personas.

5 comentarios:

  1. azarías09:15

    Manolo:
    como cronista que es usted, pierde la perspectiva real de las cosas. Es cierto que había ciertos arreglos aor o matices jazzísticos que a priori amenzaban con hacer de ese concierto, uno de tantos glorias que vuelven para la delicia de los viejos pogres. Pero no importaba, en serio. La esencia de las canciones seguían ahí, la magia del intérpete, su propio carisma continuaba intacto. Y existía unja comunóon real entre el y público, pero no por lo que hubiera representado si no por lo que se vivía allí en directo, en el preciso instante en que le esuchabas o veías.

    A veces creo que los cronistas veís o percibís las cosas tan asépticamente que olvidáis que un amor(como el que tudices tenías por el cohen de wight) así perdura con el tiempo.

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  2. uf, pues yo veo justo lo contrario. que me ha podido la subjetividad de no sentir al cohen actual y no he sabido entender lo importante que era esta gira. además, fíjate si me estoy dejando llevar por sentimientos, que en realidad no he vivido al cohen de aquellos 70s, sino que simplemente me he inventado (o casi) una fotografía de lo que fue aquello.

    pero sobre todo ten en cuenta que toda mi opinión se fundamenta solo en la escucha de ambos dvds, no en un concierto en directo. que si hubiera estado en una de las ciudades en las que ha actuado igual estaba ahora aún flotando como la mayoría de los que habéis tenido esa suerte.

    es que lo de cronista suena tan fuerte... hasta casi que genera responsabilidad. de verdad que si hay algo que me puede a la hora de escribir cada tesxto son las emociones, siempre subjetivas, que me produce la música. la de cohen, el de antes y el de ahora, entre ellas.

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  3. Anónimo23:04

    Cohen es un autor...lo mas importante es la partitura y de hecho creo que son tan firmes sus composiciones que resisten las modas, los gustos y los tipos de arreglos de cada momento.No asi las personas ...especialmente las mas superficiales y volubles en cuanto a gustos musicales.Rasca un poco debajo de convenciones y superficialidades ,pasaran ,cambiaran...volveran..seran cool o curiosos los arreglos aor ,los sintes horterillas, la flauta digital dentro de 40 años...que mas da.No escuches asi a Cohen, es un error.

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  4. Anónimo23:11

    Lo vi en Vigo y estuvo SOBRENATURAL...quizas no fue modernillamente impecable... Cohen esta muy por encima de eso.

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  5. para mí cohen es tan intérprete como autor. no quiero separar ambas facetas. escuchar songs of leonard cohen me baja las defensas, me desestructura... y eso no me ocurre ni con ninguno de sus discos a partir de i'm your man ni con el sonido actual.

    si eso es modernez pues lo será. pero no voy a engañarme a mí mismo y ocultar las sensaciones que me produce la música. ¿pero de verdad pensáis que preferir la austeridad de su guitarra y su voz es algo moderno?

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