los vinilos y t.p.o.b.p.a.h.

no me considero un comprador de vinilos en el mismo sentido en el que sí lo pueden ser javi y manolo. yo soy aún de los que vemos la edición en cd y en vinilo y me compro o bien la de cd o si el grupo me gusta mucho mucho, las dos... con los grupos extranjeros la cosa es distinta, con esto de las filtraciones y de que se pueda escuchar un disco hasta cuatro meses antes de que salga (ya hay por ahí discos colgados de febrero de 2010), la copia digital la tenemos todos en nuestro pc, mac, móvil, mp3 o ipod y siempre que puedo (que la verdad, cada vez compro menos internacional) procuro hacerlo en vinilo

con the pains of being pure at heart me ha pasado algo así. es el típico grupo del que me he enamorado, más tarde que manolo, que ya los tenía fichados casi desde sus demos, así que todo lo que tengo de ellos lo tengo en vinilo (manolo es que tiene cosas anteriores que ni siquiera se editaron en vinilo), y el otro día, después de verlos en directo por segunda vez, decidí que no quería escribir la crónica del concierto porque manolo ya lo había hecho y no era plan de hartar, pero quise escribir algo sobre ellos

primero me compré el disco de los pains en vinilo (ya se me había pasado el single everything with you, el azul), en atmósfera abrupta. llegó el primavera y me compré young adult friction, el single rojo, en el stand de mushroom pillow, haciendo cola esperando a que vinieran a firmarnos en una sección que o no se produjo o tardó más de cuarenta minutos y yo ya me fui. en verano hice el pre-order a insound del ep higher than the stars y del single verde, come saturday. y el viernes pasado, nada más entrar a la fever de bilbao me compré el ep de remezclas de higher than the stars (que no sabía ni que existía). acabó el concierto y peggy y kip salieron a firmar, y yo no tenía el disco, porque lo dejamos en el coche y me dijeron que si salía no podía volver a entrar. cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que el vinilo del disco que vendían era blanco... no pude resistirlo y me lo compré, claro. así que ya tengo el vinilo del disco dos veces, la blanca firmada

y hasta ahí, por ahora, mi aventura vinilera con los dolores de ser puro de corazón