la música contada es un ciclo que lleva ya años dedicando sus esfuerzos a hacer algo parecido a lo que, a pequeña escala, hacemos muchos desde la red. hablar (o escribir) sobre música y abrir (en nuestro caso gracias a los comentarios) debate con el público. la ventaja que tienen ellos es que desde sus inicios han contado con artistas o periodistas del nivel de juan de pablos, kiko veneno, la buena vida, jesús ordovás, astrud, diego manrique, eduardo haro tecglen o, en esta ocasión, jota y florent de los planetas. y claro, así se va uno formando un curriculum inmeso, tan variado como interesante, pero dependiendo, eso sí, de quien tengas sobre las tablas en cada ocasión.
y para la que nos ocupa, los dos planetas prepararon un set que en teoría arrancaba con un miniconcierto semiacústico, continuaba con una pinchada de alguno de los temas que más han influido a los granadinos y se cerraba con una rueda de preguntas. pero al final nos encontramos con un florent poco dispuesto a abrir la boca y un jota más animado a hablar de sus canciones que de las de los demás. y así, el set inicial solo incluyó temas propios, con algunos clásicos como un buen día, david y claudia, línea 1 o corrientes circulares en el tiempo, entre los que intercaló algunas anécdotas relacionadas cn la banda, y mucho cante jondo, donde más se explayaron y lo que más interesante me pareció desde mi punto de vista.
porque del resto quienes estamos interesados ya hemos leído y estudiado bastante. que suenen the church, rain parade o nick drake no es en sí ninguna sorpresa, pero escuchar a jota nombrar a la niña de los peines con sus peteneras o a manuel vallejo y su vida azarosa, oir teorías que siempre citaba mi padre como la de que morente no era un cantaor de primera fila porque no cantaba gitano (aunque, obviamente jota no la compartía) y ver como ambos defendían sus raices frente a lo que durante años fue su única fuente musical, defendiendo la mayor riqueza y vida de nuestro folklore frente al anglosajón, me hace reflexionar sobre muchas cosas y me obliga a pensar si a veces no pecamos excesivamente de contrachouvinismo.
yo llevo algunos años afirmanndo que el flamenco aprenderé a disfrutarlo cuando cumpla los cuarenta y esté realmente preparado para comprenderlo. situé a estos pocos años vista la fecha para aceptar una herencia que tengo guardada esperando a mi mayoría de edad musical. y el viernes fui algo consciente de que va siendo hora de ir atreviéndome a coger de los cajones esos apuntes que me gusta imaginar que en parte fueron escritos para mí. para cuando llegase el momento de comer huevo.
el viernes jota hablaba de unos cantaores y yo pensaba mientras tanto en otros, en fosforito, terremoto, rancapino, el borrico de jerez o agujetas, en aquellos que siempre sonaban en mi casa, cuando, justo al final del discofórum y como respuesta a una pregunta que le hizo alguien del público sobre el rencor en las letras de los planetas, jota se arrancaba con y además bastante fea de anntona (que gracias a alguien del público tenemos en youtube). una gran reivindicación y la mejor forma de terminar la noche volviendo a bajarnos los pies al suelo. pero conscientes de que en parte, ellos, mi padre, eran quienes estaban en lo cierto.
2/11/09
la música contada (jota y florent), 30/10/09, sevilla
Etiquetas:
conciertos,
manolodominguez
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¿no contaron nada de lo próximo?
ResponderEliminar¿contaron o cantaron? hicieron que yo recuerde dos temas, ambos adaptaciones de palos.
ResponderEliminarAlgún día tendríamos que juntar ambas herencias, la biblioteca de mi padre de flamenco es impresionante y los apuntes y listas de cantes y cantaores aún más. Cuanto antes te lances al precipicio antes sentirás el vacío de una maravillosa caída que nunca tiene fin.
ResponderEliminarLas referencias de los dos Planetas son los troncos de este arte, mientras que lo que oías en casa son sus múltiples ramas.
Yo ahora el concierto que más anhelo es Miguel Poveda, imposible encontrar una sola entrada cada vez que viene a Madrid, incluso casi más que los Pains en 15 dias.
Saludos, Ignacio
pero cuesta pensar en los años que he renegado del flamenco frente a mi padre y, ahora que ya no puede reprochármelo, empezar a creer que el equivocado era yo. supongo que será que ahora el padre soy yo y lo del huevo es verdad.
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