canciones: nadadora, family

así, como quien no quiere la cosa, hemos llegado al post número mil de nuestra etapa bloguera, y en menos de dos años. cambiamos de formato porque aquél nos daba mucho trabajo y nos metimos en guatepeor. pero oye, encantados que estamos de ello.

y para celebrarlo, sin tartas porque no es el cumpleaños de nadie, hemos decidido hacer de este número mil una actualización un tanto especial, con el tema de family que da nombre a la pagina de fondo: tres textos, uno de cada uno de los tres nadadores y una ilustración de la única persona que consigue que por unos instantes se nos olvide el dibujo que en su día hizo aramburu para ilustrar su canción.

el resultado, el que tenéis a continuación:

para ver completa la ilustración que ha hecho amaya, haced click en los pies de él

nacho y la nadadora. recuerdo la primera vez, siempre la primera vez. fue en el programa de jesús ordovás. no era 1994, era probablemente 1996, pero ya desde esa primera vez la nadadora me caló hondo. era también la primera vez que una canción me expresaba el sentimiento de frío, pero no por ese tecnopop entrecortado que invitaba a escuchar más que a bailar, sino por la letra, la historia de ella y él, tonos azules y una sensación de pereza que lo empapaba todo hasta salpicar de verdad

después de esa vez he tenido unas cuantas ocasiones de volver a enamorarme de esa y con esa canción, la canción perfecta, la que sin dudarlo oirías hasta la saciedad en el repeat del equipo de música. también recuerdo aquel precioso dibujo de teselas en una de las páginas del final de un número de rockdelux que llevaba de título nadadora en la que javier nos ponía en imágenes la canción. hasta llegar a que yo escribiera en la página de la nadadora, nadadora ha supuesto unos cuantos momentos más que para recordar, una fiesta en el ocho y medio, un año en benicássim, un previo en el primer concierto de los planetas que vi, y la versión de la buena vida en el cd de versiones de la citada revista

hoy también llegará recién peinado...

manolo y la nadadora. no recuerdo cuando empecé a hablar de mí en el diario de estrellas y limones. antes de que existiese la página de la nadadora, antes de conocer a nacho, a javi, a amaya. allí yo utilizaba las canciones para exponerme con salvavidas. hacía algo parecido a lo que hago ahora, aunque añadiéndole la urgencia de vivir encerrado en una canción de parade (no digo cual porque hoy el texto no va de eso). y supongo que lo hice mal, o demasiado bien.

la primera o segunda vez que subí al norte, después de la caja inventada, de la botella de estrellas y limones, del otro pequeño diario de estrellas y limones que solo existió para tuyyo, me encontré en una estantería, junto al soplo en el corazón, un cd con los temas de la maqueta plateada y una portada hecha por mí que llegó por cuasualidad vía soulseek incluso antes de que el yo que eran solo palabras en un diario asustado existiese. nosotros habíamos apuntado una fecha, el 26 de marzo, y resulta que ahí ya llevaba algún tiempo viviendo en esa casa del norte junto al disco de family que se empeñó en ser algo más que catorce canciones.

para la mayoría, nadadora es una canción del mejor disco de pop en castellano. para mí es una carta sin remite de alguien que se empeñó en ponerle un final feliz a la historia del chico tímido recien peinado y la chica con el corazón azul. y que parece que incluso lo consiguió.

javi y la nadadora. Si de repente tuviera que hacer un ranking imaginario de las cosas que más rondan por mi cabeza todo el tiempo, que van y vienen, que no paro de darles vueltas, seguro, segurísimo, que en los primeros puestos saldría Javier Aramburu.

Javier Aramburu, sus circunstancias, sus diseños, sus canciones, todo lo que le rodea.
Por eso cuando hace ya algunos años, Manolo, desde el sur, abría la (antigua) pagina de la nadadora, o antes con su diario de estrellas y limones, era inevitable que yo, desde la insularidad (en todos los sentidos) me sintiera totalmente atraído y fascinado primero, luego identificado y después, lo que son las cosas, me viera colaborando. Y todo por canciones como Nadadora, la segunda canción de Un soplo en el corazón.

Las canciones de Family también fueron la razón por la que conocí a Nacho. Eso y un fotolog dedicado a Aramburu en el que yo colaboré y para el cual Nacho me ayudaba enviando diseños de Javier.

No queda duda, pues, de que cosas como este tema son de las que te hacen la vida mejor. De las que no solo disfrutas en tu habitación sino de las que te acercan a gente que acaban siendo muy importantes en tu vida.