4/10/09

canciones: you're my heart you're my soul, modern talking (cap.4 del diario de eyl)

me sitúo en una verbena de pueblo junto al camping en el que pasábamos el verano con mis padres y mis tíos. yo con una edad peligrosa, frontera entre la adolescencia y primera juventud, donde se multiplicaban los complejos y cualquier nimio suceso parecía nacido para desencadenar una tragedia personal, y cerca una pequeña pista de baile junto a unos autos de choque vacíos y tristes en los que nadie se monta.

ahí, en ese contexto tan austrohúngaro, me encuentro pegado a una esquina de la improvisada pseudodiscoteca de la feria, simulando cansacio y aburimiento para superar la vergüenza de no saber (o pensar que no sabía) bailar, mientras se enlazan uno tras otros los hits del momento. y entonces, como solo puede ocurrir cuando se tienen trece años y la certeza de que el mundo entero, lo conocido y lo desconocido, van contra uno, empiezan a sonar modern talking.

una situación excesiva, insoportable incluso para quien en ese momento solo escucha los cuarenta, mecano, spandau ballet, duran duran y cualquier hortera canción del verano dictada por las radiofórmulas. pero aceptar como común y disfrutar del ídolo de las adolescentes, los pecos alemanes, con sus pelos cardados, su estética filo-gay, sus falsetes copiados de los bee-gees y sus portadas hiperhorteras que parecían extraidas de esos posters con unicornios para niñas aspirantes a barbie del año era excesivo en cualquier contexto, y especialmente cuando uno acumula todo un catálogo de inseguridades bajo la camiseta del mundial 82, entonces ya pasada de moda y que su madre compró en el mercadillo a un precio irrechazable.

you’re my heart you’re my soul sonaba allí como una broma del gracioso de la clase, como si me hubieran roto las gafas que aún no tenía o como si me hubieran descubierto jugando a las chapas o viendo barrio sésamo. y mis primas me invitaban a bailar y yo me escondía más y más bajo esa montaña de complejos que siempre he llevado a cuestas y que me ha impedido hacer la mayoría de las veces lo que realmente me apetecía.

y ahora, casi veinticinco años después, sigo sin tener claro si me gustan o no modern talking, si esta repentina obsesión por recuperar sus canciones es solo fruto de la nostalgia o de la pérdida de absurdos prejuicios, pero escuchar esta tarde de domingo sus primeros álbumes se ha convertido de golpe en lo más parecido a leer ese diario que solo siendo niña te atreverías a escribir. el diario de todo aquello que pudo haber sido y no fue.

5 comentarios:

  1. ufff, muy jebi para mí esto

    ResponderEliminar
  2. estoy contigo al 100%, hace unos meses tuve una semana pleasure guilty y la terminé con ellos, con Mordern Talking, cada uno tenemos nuestras razones, que son tan buenas como cualquier otras, pero el caso es que algo deberían de tener cuando sus canciones imposibles han quedado marcadas en el subcosciente de muchos por entonces preadolescentes.

    ResponderEliminar
  3. Geronimo's Cadillac la tengo grabada a fuego y hará como 20 años que no la oigo... Miedo me da, pero apuesto a que se vuelven a poner de moda 'gracias' a algún dj moderniqui.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo15:02

    VIVA SPANDAU BALLET!

    ResponderEliminar
  5. Totalmente me he sentido identificado, esos coches topes en ferias... Esas primitas.

    En fin que me parece muy bien esta revisión, eres uno de los pocos que los ha tenido bien puestos, pero creo que a mi caso pesa más la nostalgia. Ahora bien, si tengo que señalar un producto netamente comercial pero bien producido, con clase, señalo Modern Talking.

    ResponderEliminar