raphael es un intérprete de otros autores, depende de ellos para reivindicarse. y eso (junto, sí, a su histrionismo) le convierte en terriblemente irregular, capaz de estremecer a alguien como yo, tan alejado de él a priori, con las mejores composiciones de manuel alejandro y de aburrir a diestro y siniestro cuando la composición no está a la altura. pero tal y como se anuncia a bombo y platillo desde hace ya bastantes meses, disco de duetos mediante, cincuenta años en la música son muchos y más que suficientes para que en un recital de casi tres horas los primeros momentos se sucedan con la suficiente frecuencia como para perdonar los desaguisados, que también los hubo la noche del sábado.
yo, sinceramente, no iba a asistir al concierto, me abstuve de comprar entrada pensando que una gira como esta, con la excusa de unas bodas de oro, no iba a ser la más adecuada. y casi me olvidé de la existencia de él hasta que pocas horas antes me llamaron diciéndome que a una amiga se le habían quedado colgadas tres entradas y estaba intentando venderlas para no perder el dinero. y ahí ya no pude resistirme. busqué mi camiseta de los conciertos (la más macarra que pueda tener un poppie blandengue, la de los ramones) y marché al antiguo auditorio de la cartuja, ahora rebautizado como rocío jurado.
pero todo eso se convertiría en anécdotas superficiales cuando apareció raphael, acompañado por una orquesta sublime, y empezó a encadenar éxitos de su carrera. en la primera recta llegaron por ejemplo la noche, digan lo que digan o mi gran noche, interpretadas de forma majestuosa, con una fuerza que casi nunca he visto en directo, y puso de pie no solo a quienes iban allí entregados por la inercia que da el no ser habitual de conciertos y sentir esa noche como algo social, sino también a quienes, como yo, solo esperaban sentir una décima parte de lo que estas canciones ofrecen en disco y se encontraron con mucho, muchísimo más.
porque raphael, a pesar de no ser el de hace cincuenta años, sigue comportándose como ese artista excesivo y showman insuperable, que controla su voz y al público a su antojo y lo moldea para que se adapte a la perfección a su espectáculo. y así pasaron más de dos horas, y sonaron muchas de mis canciones favoritas del genio de linares. con una intensidad como jamás he vivido frente a un escenario (¿en tindersticks tal vez hace mil?) en amor mío o adoro, a nivel parecido cuando llegaron en carne viva, cierro mis ojos y ámame, casi yeyé con las encadenadas estuve enamorado y la versión del clásico ska the work song y riéndose de sí mismo con escándalo. y solo a mitad de recital bajó el ritmo con una innecesaria versión del my way y varios de los duetos (incluyendo un tedioso playback de rocío dúrcal y la aparición de su hijo en el escenario) que no aportaron nada a quienes vivimos bajo el influjo de su época sesentera y la sombra del hombre (manuel alejandro, claro) que hizo grande un género tan pastoso en nuestro país como el de la música ligera.
pero lo mejor es que aún quedaba el final del concierto, y cuando apareció en las pantallas la imagen de rocío jurado, para interpretar junto a raphael en el auditorio que lleva su nombre el clásico como yo te amo, supimos que estábamos ante un must digno de portada en jenesaispop, y en algo para contar mil veces con los pelos de punta por la emoción. un subidón de adrenalina al que aún le queda el punto y final con yo soy aquél, al canción en mayúsculas de raphael, poniéndole la guinda s una noche que no imaginaba tan histórica y que, cosas de las modernidades, igual queda hasta bien en mi curriculum de aficionado a la música.
tremendo siempre el de Linares... yo recordaré su concierto en Riojafórum (Logroño) en 2005 como algo totalmente irrepetible
ResponderEliminary lo que dices, hubo también aquella vez mucho público femenino tardofranquista con perlas y moños, más incluso de lo que yo me esperaba
cantó el "Ahora" que le escribió BUNBURY?
sí que lo hizo. aunque es un tema que no me gusta nada y que tiene una letra sonrojante (lo de puedo decirlo más alto, pero no puedoooooo, mas claro...).
ResponderEliminaray, si alguien le pasara un cd con el romance morlock de parade... ese tema le volvería a hacer grande de verdad.
y a mí que sí que me gusta ese tema... "que todo lo que en el mundo yo he amado, es una canción, un teatro y a ti" tremendismo puro y duro
ResponderEliminarpues yo no puedo con esa épica de bolsillo del bunbury. esa frase es que me recuerda al último cuplé.
ResponderEliminarManolín, yo que estaba allí a tu lado en plan pareja gay lo pasé genial, pero me has hecho estremecer de nuevo...
ResponderEliminarnosotros somos aquellos, federico.
ResponderEliminartremendo, en Valladolid hace unas semanas también conquistó la plaza. el único pero fue la ausencia de Ave María, pero tanto en lo muy bueno como en lo malo es innegable que es un espectáculo fabuloso.
ResponderEliminarSe puede ser fans o no, pero nadie que haya asistido a un concierto de Raphael queda indiferente ante su tremenda fuerza interpretativa, su carisma y su magistral dominio del escenario. Ni en esos años de sus inicios, ni ahora, ni nunca, porque Raphael sigue siendo en esencia el mismo de siempre un ARTISTA singular, único e irrepetible.
ResponderEliminarsí, se saltó ave maría (mi favorita de él y de manuel alejandro) y me dolió, pero ese final en el que se hizo grande hasta la de frente al espejo que no me gusta casi nada consigue que se perdone todo.
ResponderEliminarsi yo ya era fan, el sábado salí aún más fan.
Ya lo sacaremos este finde cuando vayamos a verle, que toca gratis cerquita de Madrid. ;-)
ResponderEliminar¡si no es en el auditorio de rocío jurado no es lo mismo!
ResponderEliminarES QUE RAPHAEL TIENE UNA VOZ INCREIBLE Y ES TREMENDO GUSTAZO ESCUCHARLE EN DISCO, PERO... EN DIRECTOOO AHI SACA TODO EL PEDAZO DE ARTISTA QUE LLEVA DENTRO Y YA ES EL NO VA MASSS.
ResponderEliminarNADIE QUE QUIERA OPINAR SOBRE ÉL DEBE HACERLO SI NO LO HA VISTO EN CONCIERTO
KARMEN.