Lost, las cosas que no paran de pasar y las vacaciones

Sí es cuestión de ver la botella medio llena, ya falta menos para la sexta y última temporada de Lost. De momento, y para hacer la espera más amena, nos podemos pasar por Todo Series, que andan igual de ansiosos que yo y te montan un post sobre cualquier cosita, pero que cualquier cosita, alrededor de la mejor serie de la historia (a estas alturas ya no caben explicaciones a esa osada afirmación).
También puedes apuntarte a seguir True Blood, esa serie de vampiros como Dios manda (quién ha dicho Crépusculo? Dónde se ha visto que los vampiros anden a sus anchas a la luz del día? Nos hemos vuelto locos o que?). True Blood ha ido mejorando capítulo a capítulo, haciéndose más y más adicitiva por momentos y ahora, a cuatro capítulos del final de la segunda temporada, yo ardo en deseos de conocer el desenlace. Y atención porque mañana mismo da inicio la tercera y esperadísima temporada de Mad Men. La hiper premiada Mad Men. Que cuenta con uno de los protagonistas más carismáticos (y atractivos) de la tele. A ver que nos depara.

Esta última semana las cosas, que no tienen freno, no me han dejado tregua. Por fín he acabado mis vaciones infinitas en los brazos del desempleo, mientras media España empieza las suyas. Yo siempre a destiempo. Incluso los nadadores están de enhorabuena. Manolo y Amaya viajan directos a un clima que les de un respiro, mientras Nacho se prepara para visitar esta isla. Juntos asistiremos a la primera verbena al aire libre de Es papagayo , con Joe Crepúsculo, Extraperlo y entre otros, Papá Topo!. Daremos cuenta de la noche del 21 de agosto en esta página, claro.

Lo que ha ocurrido también estos días es que Miqui Puig nos ha contado que se encuentra desanimado, bajo de defensas. Que le cuesta asumir la poca repercusión que ha tenido Impar, su último disco. Ya conté aquí que guardo mucha simpatía hacía Miqui, que considero que no se le hace el caso que merece. Y no será por falta de buenas canciones. Otros ni siquiera tienen eso.

El disco que más ha sonado en casa ha sido Hospice, el primero de los neoyorquinos The Antlers. Un disco tremendo, estremecedor. Un disco que habla de ese tema no muy común en las letras de las canciones, la muerte.
No me puedo sacar de la cabeza temas como Kettering, sus constantes vitales y los pitidos asonantes de las máquinas. Como Bear y sus ohhhhhhhhh, como Shiva. Seguro que es un álbum de los que me acuerdo a final de año.
Por último, ya se puede escuchar el tema que dará título al nuevo ep de The Pains of Being Pure At Heart, Higher than the stars. Como dícen en la Pitchfork: una canción de pop cristalino que incluso deslumbra, si es que las canciones pueden hacerlo...