hombre lobo, eels (vagrant) 2009

ha pasado demasiados tiempo sin escuchar nada nuevo de mark oliver everett, alias el señor e, así que básicamente, lo primero que destaca de este nuevo disco, aparte claro está de ese sorprendente diseño de caja de puros que uno se encuentra, es la propia vuelta al mundo discográfico de eels después de cuatro largos años. en todo este tiempo la expectación se ha acrecentado y surgieron algunos rumores sobre este esperado retorno, pero el momento de acallarlos llegó el pasado mes de junio cuando por fin se publicó hombre lobo

partir con la premisa de un disco conceptual ya desde el subtítulo era algo que ha dejado un tanto moqueada a la audiencia, un tour de force que sorprende y engrandece la carrera de un singular personaje que siempre ha decidido recorrer este camino en solitario, sin demasiadas ataduras. el subtítulo de hombre lobo vendría a ser algo así como ‘doce canciones de deseo’, que quizá sea algo menos obvio que ‘sobre el deseo’, porque el disco no va a establecer ningún tipo de tratado, sino que va a incidir en el concepto del deseo desde varios puntos de vista

parece como si la barba de aquel chico aún tímido que componía en souljacker (2001) se ha hecho más larga y se ha transformado en un poco temible hombre lobo, en una criatura voluptuosa y hedonista que goza de la vida en pleno siglo veintiuno. esa podría ser la historia que acompañe a estas doce canciones, bueno, esa o simplemente la de que el potente blues en su sentido más amplio se ha apoderado de este genio sin demasiados miramientos

canciones más o menos salvajes en la onda de prizefighter o tremendous dynamite recrean el nuevo universo de mr. e, con sus locuras y obsesiones, y con los momentos más relajados de otros cortes como my timing is off o de ordinary man completa un trabajo otra vez adulto, otra vez necesario y otra vez absolutamente eels