En nada comienza el décimoquinto Festival Internacional de Benicàssim. El cartel, en sus nombres más altos, lo conforman grupos como The Killers, Franz Ferdinand o Oasis que si bien aquí también llenan estadios (a excepción de Kings of Leon, que parten la pana en Inglaterra y ellos mismos deben alucinar de ser cabeza de cartel en un país como España, donde no deben vender más de cien discos), está claramente orientado a que nos visiten en masa los ingleses.
Es en algún nombre de la zona media, Tv on The Radio o Television Personalities, y también claro, Los Planetas, en uno de los escasos conciertos que van a ofrecer antes de que salga su nuevo disco, donde encontramos lo más interesante. Curiosa, de todas maneras, la amplia representación de grupos españoles en el cartel de este año cuando desde la organización siempre se ha comentado que son otros festivales los que se tienen que ocupar de cubrirlos. ¿Alguién ha dicho cachés más bajos?
Ya comenté recientemente en este post que con este serán tres años que no voy a Benicàssim (el Saturday Night Fiber del año pasado en Madrid no lo incluyo al no contar con el espíritu del festival), después de ir a siete ediciones desde 1999, a excepción de la del 2003. Mentiría si dijera que si me paro a pensarlo no me entra la nostalgia de los buenos momentos vividos.
El planificar las vacaciones de verano alrededor del festival. Contar los días para que llegara la fecha. La fecha de pasar calor, de caminar hasta la extenuación, de pasar más calor, masas de gente, etc. También de vivir situaciones que solo pasan en Benicàssim. De correr a las primeras filas para ver por primera vez al morri. De la emoción de ver a Brian Wilson. A Arthur Lee. A Kings of Convenience. De comprar entusiasmados los segundos singles de varios discos de Los Planetas (Un buen día, Pesadilla en el parque de atracciones). De ver a Astrud por primera vez. De encontrar a alguien por primera vez y para siempre.
De tantas y tantas cosas que hacen que de vez en cuando me entre la nostalgia. Pero ellos, amables, este año me lo ponen fácil, y por el lado musical ya casi que me da igual. Por el otro, haré como que también y me conformaré con ver alguna foto o algún video por internet.
El jueves 16 dará inicio esta nueva edición del festival. Seguro que será todo un éxito, de hecho ya lo es con todas las entradas agotadas hace unos meses. Pero estaría bien que para próximos años no se acomodaran tanto e intentaran ponermelo un poquito más difícil...
(la foto es de la playa de Benicàssim en 2004)
El FIB ... sólo de pensarlo me salen sarpullidos y ataques de agorafobia. Nunca he ido, ni he tenido ganas de ir y no creo que lo haga nunca en el futuro. Ni aunque tuviera invitaciones y un palco en un lugar destacado.
ResponderEliminarQué agobio. Qué horror.
Según parece el festival es ya propiedad del guiri aquel que compró la mitad hace un año y Maraworld sólo lleva la producción. Olvídate, vamos.
ResponderEliminar* hace años
ResponderEliminarA mi me da una envidia cada vez que veo los carteles del 97, el 98, el 2002, el 2004... Yo estuve el año pasado, para mi fue impresionante, en cuanto a la música, vi a Morrissey, Death Cab For Cutie, New York Dolls... el ambiente del festival no me gusto nada, es que vamos eso parecia el centro de londres, toda la gente borracha molestando en los conciertos, molestando en la "agradable y fresquita" zona de camping, andar muchisimo hasta la playa... vamos que todo lo que rodea a la musica como que no me entusiasma
ResponderEliminaryo no soy especialmente fan de los festivales, pero lo cierto es que es una oportunidad de ver a ciertos grupos que de otra forma sería imposible tenerlos juntos.
ResponderEliminardespués, si además te gusta todo el ambiente que les rodea, pues mejor que mejor.
ahora, el problema es encontrar uno que se acerque a mis gustos, que eso sí que está más complicado.