un romance que dura tres meses

como decía antonio luque en el tema que abría ronroneando, a veces me da miedo confudir la timidez con la arrogancia. hago un esfuerzo por dar un voto de confianza e intento no sacar de contexto ciertas frases o comentarios. por ejemplo, cuando ana fernández-villaverde se atreve a decir que le aburren sus canciones en formato acústico en una entrevista en radio 3 o nos llama gilipollas en rockdelux por preferir el sonido de la maqueta al de romancero.

porque, sí, yo era de los que se llevaron un gran chasco con la primera escucha del cd de la bien querida y la inmaculada producción de david beef. pero en su día, respondiendo a la crítica que más comentarios ha suscitado de la nadadora, ya pensaba que, tras el tremendo shock que produce la primera visión del nuevo corte de pelo, el tiempo iría poniendo poco a poco las cosas en su sitio. y ya han pasado tres meses y muchas escuchas. y entre medio incluso perdí un disco duro, con 80 gb de música, y esa maqueta que me impedía acercarme a romancero.

y, cuando recogí del servicio técnico el portátil reparado con 320 gb nuevos e inmaculados, ya tenía decidido que en un tiempo no iba a descargarme nuevamente la demo que tanto éxito tuvo en myspace, para así acostumbrarme a unas canciones que, sin el peso de tan mítico pasado, poco a poco han ido haciéndoseme mucho más familiares. de momento abril con sus palmas, 9.6 y su ritmo bakala, ya no y su aire tan popemas o a.d.n. con la dejadez crepuscular. temas que han cogido el protagonismo que yo me empeñaba en quitarles y a los que me he acostumbrado… solo a medias.

porque, excepto en ese mágico cruce imaginario entre la buena vida y sr. chinarro que es el corpus christi de romancero, lo cierto es que sigo prefieriendo las versiones originales a las que fueron regrabadas, e incluso las que se quedaron fuera por encima de la mayoría de las nuevas (7 medidas de seguridad y ese estribillo final pueden ser la gran excepción). pero, eso sí, ya sin restarle el mérito que creo que tienen las definitivas en un esfuerzo por no repetirse al que le hicimos ascos tal vez con un grado de exigencia algo elevado.

ahora es junio, han pasado tres meses desde de la primera vez, y creo que finalmente le he cogido cariño al cd. como el que se le coge a un amigo al que no siempre comprendes o a los vestidos de mango y los polos benneton de tu novia. como el que se le coge a las canciones que menos te entraban al principio de tus grupos favoritos. como el que se le tiene a esas anécdotas que en su día tan poca gracia te hicieron. es junio y empiezo a ilusionarme con ver a la bien querida en septiembre.