recordando discos: in utero, nirvana

lo cómodo hoy sería apelar a todos sus méritos musicales y redactar un pequeño texto alabando su época con los jackson 5 y sus primeros álbumes en solitario. recordar canciones como abc, i want you back o billie jean. pero lo cierto es que lo ocurrido anoche en realidad es algo extramusical, un suceso únicamente social. porque el michael jackson capaz de sorprendernos hace tiempo que dejó de existir y quien hoy es portada de todos los medios de comunicación poco tiene que ver con la estrella del pop que arrancó ya haciendo historia en la motown y mucho con el amarillismo que en estos tiempos lo cubre todo de intrascendencia.

además, siendo sinceros, dentro de lo sentimental uno ha recibido ya suficientes hostias de verdad para que le afecte una de mentira y que, además, solo ha pasado rozando. pero, para intentar comprender todas estas manifestaciones expontáneas, esos mensajes afectadísimos en el twitter y todo el cariño y dolor vertido en miles y miles de líneas de texto en blogs ajenos, he hecho el esfuerzo de situarme justo en ese punto espacio-temporal en el que yo sí podría haber uno más del grupo, haberme identificado con familia y amigos y haberme sentido, en definitiva, afectado.

y bueno, ahora mismo pienso que la coherencia con la persona que soy en estos momentos tendría que haberme llevado al día que me enteré del suicidio de mathew fletcher. pero no. la realidad es que, desde el mismo instante en que leí la noticia en pitchfork (que poco después fue desdicha y, finalmente, confirmada), me vino a la mente la noche en que, al volver a casa después de salir a tomar algo con los amigos, mi hermano me preguntó a qué grupo internacional me gustaría ver en directo.

en aquellos momentos nirvana ya no era una de mis bandas favoritas, hacía un tiempo que había sido desbancada por nuevos grupos y sonidos y empezaba a sentirme más post-grunge que grunge. igual haber nombrado a sonic youth, pavement o tindersticks hubiera sido más acertado. pero no sé por qué, la primera figura que se me vino a la cabeza fue la de kurt cobain y su camisa de leñador.

por eso el disco que ilustra esta actualización es de nirvana. y, como yo siempre defendí la crudeza de in utero frente a la más blanda producción del anterior nevermind, la foto es la del ángel anatómico. la de un disco esquivo, de alguien a quien la fama le retorcía las tripas y no sabía como escapar de ella. un disco que no sabía si ser grosero o amable, pero que tenía tanto dentro o más que el anterior. y, aunque al final el tiempo no ha terminado de darme la razón y en estos días tal vez no me la dé ni yo mismo, aquel 5 de abril de 1994 mi disco favorito de ellos era este. y mi canción rape me. y el grupo al que ya nunca vería en directo era el trío de seattle. y, a pesar de que por entonces no existía facebook para preparar ninguna quedada, ni el twiter para llorar en menos de 140 caracteres, y además yo no soy de ese tipo de personas, aún tengo aquí en casa la cinta vhs con el especial que la mtv le dedicó solo unos días después del fallecimiento. como hará ya mismo con michael.