southpop09: primera jornada, antes de nacho vegas

otra edición más del southpop y yo con más años, más barba, más kilos y más cascado. todos hemos cambiado, y no quiero decir que hemos tomado caminos diferentes porque no sería del todo cierto, pero la nueva apuesta de la organización de buscar entre el indie nacional más comercial, por un lado asegura la taquilla y por otro deja huérfanos al resto de artistas, que tuvieron mucho menos público interesado (o lo que es lo mismo, asistente) que el protagonista de la noche, el sr. vegas.

y como yo, además, ando recuperando mi tobillo, pues no asistí a la fiesta de inauguración del jueves, con nito niko, nudozurdo y lidia damunt, ni llegué para la actuación de françois virot, que fue el encargado de abrir la primera jornada.

así que a los primeros que escuché fue a la banda sueca sad day for puppets, cuyo pop distorsionado arrancaba en el shoegazing revivalista que tiene su punta de lanza en the pains of being pure at heart, pero terminaba acercándose más al de bandas de los noventa como echobelly o veruca salt. para mí más interesantes cuando me recordaban a lo primero y disfrutables sin más en general.

después, mi temida decepción fue la de françoiz breut. la belga tuvo la suerte, al menos musicalmente hablando, de cruzarse con dominique a y este le regaló un gran álbum que nos enamoró a todos. pero anoche no había ni rastro de aquello hasta que, de pronto, se arrancó con motus y yo salté diez años atrás. el problema es que el genio francés ya no está, ni en su vida ni probablemente en la mía, y la realidad es mucho más fea. esa fue la última canción que escuché del concierto. la nostalgia se convirtió anoche en un puñal.

underwater tea party no están entre los grupos que me interesen a priori, pero anoche pusieron todo de su parte para enganchar al público de la misma forma que lo hicieron la primera vez que les vi hace unos cuantos contempopráneas. anoche, con un sonido más contundente, más rock, que cuando presentaron su anterior álbum en alburquerque, me convencieron más con su actitud que con unas canciones que no se manejan entre mis coordenadas favoritas y que, a pesar de las claras influencias anglosajonas que les encuentro, me cuesta encasillar en nada concreto (algo que tiene que ser un punto de personalidad). además, tienen un puesta en escena interesante que les podría confirmar dentro del panorama nacional como una banda a crecer.

y finalmente llegó nacho, con el que lo mejor es tomar aire antes de empezar a escribir nada.

(algunas fotos en el flickr de la nadadora)