Tras lo visto ayer tarde en el Centro Cultural Sa Nostra (un escenario habitual ultimamente) puedo decir que a Cuchillo no se les aprecia en su justa medida hasta que no se les ve en directo. También puedo decir que el espacio del centro Sa Nostra se reveló inmejorable para una propuesta como la suya, a la que las distracciones de una sala de conciertos al uso no creo que ayuden demasiado. Mucho mejor si solo te sientas y disfrutas de cada uno de los detalles y recovecos de las canciones de Cuchillo.
Y válgame Dios qué canciones. Canciones que son una experiencia en sí mismas. Canciones que se alimentan de su propia esencia para crecer ante nuestros incredulos sentidos. Israel a la guitarra y a las voces, Daniel a la bateria y las percusiones. Una combinación algo inusual en nuestro panorama, pero que consigue resultados insospechados.
Ambos explotan al maximo sus posibilidades con todo tipo de recursos, Israel graba in situ fragmentos de guitarra y voz que dispara a conveniencia para crear capas y capas de sonido (algo que en algunos casos estremece), Daniel se ayuda de maracas, inquietantes juguetes para niños y bongos para crear ensoñadoras a la par que inquietantes bases de ritmos. Ambos convierten el concierto en toda una hazaña, manteniendo en todo momento la atención, casi hipnotizándote para llevarte a su raro mundo.
Una vez allí, ya no hay camino de vuelta. Ya estás en la experiencia Cuchillo.
envidiaca de la vida por no poder haber visto a estos dos en el par de ocasiones que lo he intentado... grandes, muy grandes
ResponderEliminareres de Mallorca? sorpresa...
ResponderEliminarmuy de acuerdo con lo de Cuchillo
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