the pains of being pure at heart, tpobpah (slumberland) 2009

tengo la sensación de que esta crítica ya es completamente innecesaria. the pains of being pure at heart, a través de blogs y webs musicales, se han convertido en una de las sensaciones de 2009 y todo el mundo les ha citado o les conoce. solo con un single de adelanto han logrado que incluso en pitchfork se les mencione como una de las posibles revelaciones del momento. y creo que no les falta razón a quienes se han dejado enamorar por su estética c-86, sus guitarras shoegazing y los estribillos de pop edulcorado que se gastan.

yo, por mi parte, ando ya un año enganchado al cd-ep que publicaron con painbow records y que no hace sino adelantar lo que nos encontramos ahora con su álbum en slumberland. diez canciones en poco más de media hora, diez singles potenciales y diez motivos para no parar de dar saltos al ritmo de la música. un subidón de adrenalina y optimismo que, incluso ahora que ando con el tobillo paralizado por un esguince, no me permite dejar de mover las piernas, aunque solo pueda ser sentado en este sofá que está empezando a hartarse de mí y de mi escayola.

y después, cuando pase el chaparrón, nos ponemos intelectuales y nos planteamos si este disco va a cambiar o no devenir el de la música. e igual no, pero lo que sí ha cambiado mientras ha estado sonando es mi cara y me ha metido la alegría en el cuerpo gracias a unas canciones que si se hubieran publicado hace ahora veinte años estarían en un lugar referencial de cualquier discoteca pop.

porque ya nos han dicho muchas veces que todo es cíclico en esto de la música, que al final todo vuelve y esto del pop más noise y shoegaze también, pero lo que yo no me imaginaba es que lo iba a hacer con tal nivel de acierto. y si la repercusión que está teniendo el grupo de nueva york alcanza, como efectos colaterales, a sus amigos de the manhattan love suicides, pues mejor que mejor. porque ha llegado el momento de volver a reivindicar el noisepop con el que empezamos a aprender a escuchar indie.