8/12/08

black sea, fennesz (touch) 2008

black sea, historia de un retorno en tres fases:

la primera fue el single saffron revolution, un tema de casi seis minutos que no defrauda ni engancha. un intento de no dar pistas previas, dejando todo para el final.

después, a finales de julio, su concierto dentro del ciclo nocturama en el caac. y quisiera pero tampoco puedo hablar maravillas de él. como imaginaba, los sonidos de fennesz creo que no se prestan a ser trasladados al directo sin perder buena parte de su capacidad para emocionar. el marco era favorable y la oportunidad irrepetible, pero la cosa quedó a medias. con momentos brillantes y otros bastante menos.

y ahora llega black sea. su tercer álbum de estudio en lo que llevamos de década. la continuación esperadísima a esas dos maravillas que son venice y, sobre todo, endless summer y uno de esos discos que, justo antes de empezar a escuchar por primera vez, te hacen un nudo en la garganta por el miedo a la decepción, bloqueando tus sentidos para no afrontar esa vuelta a la realidad que sería no cubrir las expectativas.

pero, por suerte, no hay que comparar ni elegir, porque black sea, más que enfrentarse, se complementa a estos. abandonada ya definitivamente la abstracción absoluta de sus obras anteriores a endless summer, christian fennesz ha preferido encontrar el reverso frío, casi congelado, al disco del verano eterno y nos ha entregado una obra que parece creada en uno de esos parajes desiertos de escandinavia. insistiendo en la experimentación con el ruido, apoyado siempre por la guitarra, aquí la melodía está mucho más escondida; no hay canciones tan, digamos, evidentes como lo eran endless summer, a year on a minute o caecilia (esa trinidad de la idm que solo se aparece una vez en la vida), sino ambientes mucho más gélidos que intentan disimular que, como toda la obra de fennesz, esconden sentimientos.

black sea tiene la suerte, o el acierto, de no tratar de llegar tan alto sino más bien de buscar más lejos (en glide incluso parece experimentar muy tangencialmente con el folklore europeo más profundo justo antes de hundirse en las aguas de la electrónica ambiental). y ese acto de inteligencia le salva de cualquier comparación y le lleva casi hasta donde te permita tu imaginación. avanzando por ese camino de escarcha y soledad, silencioso e hipnótico, que no parece tener más meta que mismísimo polo norte.

1 comentario:

  1. me cuesta, me sigue costando este disco, esta mañana lo he intentado, pero ha sido imposible

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