conciertos: kippel+blacanova, 23/11/08 sala malandar sevilla

esto de ser padre no ayuda mucho a mantener la actividad musical. como que te puedes ir despidiendo de festivales y rezando con cada nueva fecha local para que nada se tuerza y puedas asistir. sevilla da algunas oportunidades a lo largo del año, sí, pero si te vienen todas juntas como en este mes terrible de noviembre es imposible estar a todas.

montevideo + salieri, sundae + nadadora, oh sister + las buenas noches, ladybug transistor y paco ibáñez mañana mismo. hace unos años me los habría perdido por culpa de mi exigua paga de estudiante y ahora, que lo económico no es el handicap principal, pues resulta que casi peor. con lo sencillo que es hacerse fan de las teleseries de turno y dejarse de cosas de jóvenes...

pero bueno, ayer domingo se alinearon cuatro planetas a eso de las ocho de la tarde y pudimos pasarnos por malandar para ver a kippel y a blacanova. en la sala, los mismos de siempre (algunos de los que se pueden ver en la foto de arriba) que, o son más jóvenes que nosotros, o consiguen disimularlo mucho mejor y con los que siempre apetece aprovechar para charlar un poco, y bastante gente para una tarde-noche de domingo.

y poco después de las nueve subían kippel al escenario. la nueva banda de joaquín ex-trisfe (ahora junto a beatriz vaca) ha apostado por la electrónica sin dejar de perder las señas de identidad de su anterior grupo, arropando las programaciones con guitarras, trompeta y casi cualquier instrumento que les coja a mano para ir creando atmósferas cercanas al post-rock (¿existe el post-rock o solo es un cajón donde meter lo que no sabes dónde meter?).
anoche, a pesar de ser la primera vez que los escuchaba, lograron mantener mi atención y, en algunos momentos, acercarse a todo eso que ví en trisfe y que creo que merecía mucha, muchísima, mejor suerte.

cuando finalizó su actuación corrí a por una de las limitadísimas 50 copias de su cd, de espectacular diseño en fieltro y que, aunque eso es otra historia, se me terminó escapando de las manos (o del bolso).

después blacanova no hicieron sino confirmar una vez más que mis halagos no son infundados, que mi piel de gallina no es gratuita, que mi sensación de estar repitiendo escalofríos de hace 15 años, cuando escuchaba por primera vez algo nuevo que suponía que me iba a cambiar la vida (era, claro, un concierto de sr. chinarro) tiene más de verdad que de exageración y que, sencillamente, todo lo que rockdelux, hipersónica o el blog de sinnamon ha dicho sobre ellos estos últimos días se queda necesariamente corto. porque los temas nuevos sonaron espectaculares, los remedios y cosecha perdida son más impresionantes en directo que en perro ep y bonito agujero se convirtió en un momento mágico de esos que hay años que no cuentas ninguno (y en este van unos cuantos ya, que a my bloody valentine o lisabö no los disfruta uno muchas veces).

noviembre ha ido doliendo con cada concierto que se ha escapado. como si fuera alpe d’huez, cada curva se hacía más difícil, más cuesta arriba. pero al menos, al final el esfuerzo merece la pena si en la meta no faltan los ramos de flores y los besos.