20/10/08

13 blues de la frontera, pata negra 1988

no es momento de decidir si la responsabilidad es de ricardo pachón o de los hermanos amador, sino de recuperar un disco que tenía la locura y magia de unos y la visión del otro. un disco que, cuando se publicó, a mí me cogió a miles de kilómetros (y eso que físicamente no estaría ni a uno de las tres mil que les vio crecer a la familia amador) y no he sabido comprender hasta mucho después.

porque comprobar que rafael y raimundo derrochaban talento era sencillo. que estaban en disposición de pasar a la historia como pata negra (raimundo ya lo había logrado añes antes junto a kiko con veneno) se estaba viendo venir desde sus primeras grabaciones. y solo quedaba que alguien les ayudara a no dejar escapar todo ese talento en mil direcciones y se lo centralizara. y, por fin y tras las soberbias idas de olla de pata negra, rock gitano y guitarras callejeras, tuvo que volver a coger las riendas el verdadero artífice de la apertura del flamenco, el responsable de lps como veneno, la leyenda del tiempo o nuevo día, ricardo pachón, para canalizar lo que ambos hermanos habían aprendido en las calles cantando para pedir y solo necesitaban que no se le escapase por los bolsillos.

y el resultado de esta unión es memorable, pero tiene algún que otro efecto secundario. por un lado supuso el fin de la relación entre ambos hermanos y, por otro, ha creado una escuela que, tristemente, no logra estar a la altura, y reparte horas y horas de música insustancial. aunque estamos hablando de el blues de la frontera y no de lo que ocurrió después, y no vamos a quedarnos sin recordar que bodas de sangre tiene el estribillo flamenco que más hondo se me ha calado, pasa la vida es jazz gitano, camarón un himno en homenaje a un ídolo convertido en dios, yo me quedo en sevilla o calle betis dos de las pocas canciones dedicadas a mi ciudad que no me dan alergia y lunático la primera incursión del flamenco en el mundo del reggae (raimundo ya lo volvería a hacer después en solitario). muchos, demasiados, méritos como para que juntos en un único disco no brillase como ha brillado todos estos años.

es curioso que este disco pasara por delante mía de puntillas, casi como si no se dejase querer, pero ahora tengo claro que lo era solo porque aún no estaba preparado para valorarlo. hoy me he dado cuenta que es tanto o más importante crecer junto a las raices de uno que con lo que nos llega de fuera. y sé por qué lo digo.

3 comentarios:

  1. Anónimo06:35

    No hay mucho mas que añadir manolo, te ha quedado perfecta!

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  2. Anónimo06:37

    Y yo por aquella época ya oía a Pata Negra y no era tan renegao como tu...

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  3. federico. es que tú ya sabes que tuve una juventud un poco snob.

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