28/1/10

poetics – something between montparnasse and mongkok, my little airport (harbour) 2009

cualquier historia que comience con una canción como victor, fly me to stafford merece un hueco en mi corazón. cualquier historia que comience con una despedida desde un pequeño aeropuerto, donde la gente observa sin mirar y la vida pierde los lazos que unen a las personas con el entorno se gana mi respeto a la primera. cualquier historia, como esta, en la que la chica (o el chico) pierde, se convierte de inmediato en algo a reivindicar por alguien como yo que se acostumbró demasiado a vivir en aeropuertos ficticios y pensar que todo lo que le rodeaba era como una película de eric rohmer en la que todo le pasa a los demás.

my little airport sorprendieron hace cinco años con un cd de twee pop amateur cargado de melodías de casiotone, pequeñas derrotas y grandes canciones, cantadas a media voz y cargadas de la misma fuerza que tiene una confidencia contada por un amigo de los que se cuentan con una mano. the ok thing to do on sunday afternoon is to toddle in the zoo es uno de esos grandes discos olvidados a los que me encanta volver cada vez que me dejo guiar por el corazón y me abstraigo de lo que el resto considera imprescindible; una obra menor que en mi mundo es inmensa. y por supuesto, victor, fly me to stafford una de las canciones más bellas de esta pasada década.

pero, aunque los my little airport de 2004 se me antojan irrepetibles, en su segundo disco se decantaron por un tweepunk algo menos brillante, pero bastante disfrutable. y en we can't stop smoking in the vicious and blue summer conseguían hacese mayores mantiendo el síndrome de peter pan, perdiendo guiños occidentales y demostrando en casi cada canción que, sin dejar de mostrarse como devotos del indie post c-86, han nacido y viven en un hongkong que es mitad europa, mitad asia.

y ahora este nuevo cd, publicado también con harbour records en noviembre de 2009, continúa con el camino trazado y suma lo suficiente para volver a ganarnos a los puntos. aplicando fórmulas parecidas y hasta recuperando el mejor tema del split que compartió con chet lam en 2008, tenemos a unos my little airport muy cercanos a los de su tercer álbum, priorizando el cantonés sobre el inglés o el francés y volviendo a los sonidos más limpios de teclados, arcodeones de juguetes e instrumentaciones mínimas frente a las (también mínimas) guitarras distorsionadas y composiciones enérgicas del segundo disco. que sí. que podríamos decir que no deja de ser más de lo mismo. pero en cualquier caso de un mismo que, al menos a mí, no tiene pinta de cansarme a corto plazo.

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