menos mal que la página de la nadadora no es la rockdelux ni ninguna de esas webs que están en favoritos de todos los navegadores y son citadas por medios, lectores, fans y detractores, porque entonces creo que con esta reseña me lloverían las hostias como si nos hubiéramos metido de golpe en abril (aguas mil).
y es que a veces el subconsciente te juega pasadas que no debería uno airear si tiene algo de miedo al ridículo. y a mí me ha ocurrido que, tras unos días absolutamente descolocado con este cd, escuchándolo una y otra vez sin comprender donde está el giro que hace que manos de topo parezcan diferentes haciendo prácticamente lo mismo, al final he llegado a la conclusión de que el primero era mejor anda más cerca de las directrices dramáticas de discos de post-rock como el mismo spiderland de slint que de ortopedias bonitas. en constante tensión, con el agua al cuello, abandonado a su dolor continuado hasta perder cualquier mínima esperanza de salvar lo suyo. de salvar, incluso, lo nuestro.
pero no, no estoy diciendo lo que parece (o sí). a nadie se le ocurriría pensar que el grupo de barcelona ha abandonado el pop de cacharrería para, tras un abuso de tetrazepam, abandonarse al dramatismo ralentizado de la banda fotografiada por will oldham. pero sí es cierto que nadie habría citado a los chinarros (aunque mentiría si no dijera que ¿qué me pasa doctor? no me recuerda a la genial anarquía de compito), niños gusanos o the cure que aparecían en una reseña sí y otra también de su debut si hubieran escuchado antes este disco. porque aquí, exceptuando algún que otro momento de relajación, todo suena más al límite, más afectado, más exagerado, más a vida o muerte.
y de ello el trío de canciones que abre el disco es el mejor ejemplo y el puñetazo en la cara del que ya no te repones ni con la insustancial tortilla, ni con los coros de lógico que salga mal, único acercamiento al 100% a lo que fueron antes de esto. aeropuertos de segunda, ahora te sientes mejor ¿verdad? y libros de autoayuda tienen condensado todo el dolor que miguel ángel intentaba hacernos compartir en el anterior. suena mucho menos inmediato pero más trascendente, es igual de histriónico pero con más sentido, como si tuviéramos un control de gravedad y subiéramos el nivel hasta llevarlo casi al límite, a un punto de joderlo todo.
además, instrumentalmente el disco está a años luz del anterior. tenemos los mismos ingredientes pero aquí todo ha cuajado mejor. la tarta de limón amargo cocida en el horno perfecto. algo imprescindible para justificar por qué aceptamos ortopedias bonitas como lo que es, el primer disco de una banda dispuesta a crecer sin renunciar. y que sí, ha crecido para darnos motivos a quienes los queremos tener.
de todas formas, ellos dicen que el primero era mejor. y yo creo que no. que sí que tenía hits más reconocibles, que era más inmediato, más accesible. pero no mejor. a lo sumo diferente. pero no mejor.
17/3/09
el primero era mejor, manos de topo (sones) 2009
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discos,
manolodominguez
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yo no sé qué creer de cual era mejor, ¿ninguno? ¿los dos igual? ¿me hipotecaré a -20º?
ResponderEliminarlo que pasa es que si te leo estas cosas pensando que estás poniendo la voiz del cantante, todo cobra más sentido
es feo, sí, pero es lógico que salga mal
Pero entonces... ¿Te gusta o no te gusta?
ResponderEliminarincluso más que el primero.
ResponderEliminarrecién he escuchado el disco un par de veces, pero han demostrado que hay grupo tras 'ortopedias bonitas', que (aunque a muchos les chirríen) tienen largo recorrido por delante...
ResponderEliminarno mejor, pero si diferente, se nota más la experiencia de un debút, más instrumentación, siguen jugando a no ser músicos, pero las melodias de este disco los delatan.
ResponderEliminaryo sigo filipando con el primero, sin embargo tortila se me hace el mejor tema de ellos.
Saludos dese México, y no, aquí tampoco hay ortopedias bonitas.