
Se conoce que los últimos Belle & Sebastian no han estado del todo acertados. Me atrevería a decir que el último gran disco que entregaron fue Fold your hands child, you walk like a peasant (mejor disco de la década pasada para esta página). Desde entonces, sí, ha habido canciones, de hecho bastantes, pero no sé por qué, yo no esperaba un disco de Belle & Sebastian con tantas ganas desde hace un tiempo.
I want the world to stop, I did'nt see it coming, Sunday's pretty icons o Come on sister son de las canciones más bonitas que el grupo ha hecho nunca, y eso es mucho decir. Destaca también la euforia de I'm not living in the real world y de Suicide girl, canción incluida en el 7" que viene con la edición vinilo del disco. Bien es cierto que parte del disco pasa un poco desapercibida, pero esas canciones citadas valen su peso en oro. Me valen para poder decir que Belle & Sebastian me vuelven a emocionar. No es añoranza, es una evidencia.
Qué demonios, qué bien que hayan vuelto Belle & Sebastian!
Cuando uno comprende que esta banda no es la misma que en sus primeros discos se aprede a disfrutarla. A mí me gusta esta nueva época, aunque esté lejos de aquella.
ResponderEliminarLa banda no es la misma, pero el problema no es ese, sino que ya no lo será nunca más.
ResponderEliminarYa, pero hay ejemplos de ambos lados. Los Planetas no son la banda de Super 8 y yo digo que, por suerte. Gracia a eso han conseguido encarar casi 2 décadas como referentes de la musica española (no del indie español ni nada así).
ResponderEliminarEn cambio a B&S la imagen de qué es el grupo, qué intenta y qué consigue cada vez es más difusa...Y para mí es una pena infinita.
Pues yo tengo que admitir que me emocioné con "I want the world to stop" y pensé que podrían volver a ser la banda que eran, pero con el resultado final del disco, hacen aguas por todos los lados, y me jode decirlo, pero creo que es el primer disco del grupo que no me interesa lo más mínimo.
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