
a este espectacular quinteto parece que eso del concepto del segundo disco no les daba ningún miedo y que esa supuesta dificultad que entraña no les ha supuesto hándicap alguno a la hora de crear concrete light. con las pilas más que cargadas después de darnos a todos tralla con temas como swastika sweetheart o portrait of a distant look en su comentado debut, los lüger retoman el kraut y lo llevan mucho más allá quizá hasta una nueva concepción que juega con sonidos más duros y afilados (¿post-kraut? ¿kraut-metal?)
si en el primer disco le encontraban el punto perfecto a las espirales de psicodelia, en concrete light continúan con el desenfreno lisérgico y la bacanal psicotrópica hasta el punto de matricularse en género en el que ellos ya parecen haber asentado unas bases como dios manda. con canciones como monkeys everywhere o hot stuff se siguen haciendo fuertes y es en otras como dracula’s chauffeur wants more o en ese shirokovsky pallasite en dos capítulos donde consiguen trascender y hasta doctorarse, y lo hacen aparentemente sin inmutarse
está claro que en los recuentos de final de año habrá que tener muy en cuenta a lüger y este concrete light que, siempre que se pueda, se ha de escuchar en vinilo, porque lo suyo es un disco enorme y de esos que se salen por los cuatro costados, sin dar tregua y sin dejar medios tiempos vacíos que solo sirven de relleno
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