desde sus orígenes como grupo, hace cosa de veinticinco años, que se dice rápido, the flaming lips siempre han destacado por su gusto por la vanguardia y por crear un sonido propio lejano de modas y con unas coordenadas que, aunque han ido cambiando con el paso de los tiempos, siempre han tenido la vista puesta en la exploración del concepto de sonido en todas sus fases. en todos estos años ha habido lugar para todo, para la psicodelia extremadamente delirante (telepathic surgery), para la lírica espacial (zaireeka) y también para la épica rock (the soft bulletin)desprovistos ya de la pesada cochambre que supusieron el aprobado por los pelos yoshimi battles the pink robots y el deficiente at war with the mystics, sus dos referencias anteriores de la década que ahora acaba, y con ganas de hacer algo especial y distinto (en las tres últimas giras el grupo calcó el directo, sólo por poner un ejemplo) el trío liderado por wayne coyne vuelve en el filo de la década más floja que han experimentado como banda con otro hito en su carrera. este nuevo paso del grupo se llama embryonic y supone doblemente, como un disco doble que es, un ascenso a los cielos de la banda y un descenso a los abismos de cualquier estilo musical, porque como si de una coctelera se tratara, en este disco, el que hace el número doce de the flaming lips, hay absolutamente de todo
es muy difícil agarrar con decisión un disco que lo abarca prácticamente todo, pero sencillamente por eso, se me antoja como un disco grandioso y de planteamiento sincero, con una fuerza y una garra que podría devolver a los de oklahoma al altar del que nunca debieron bajarse. es probable que tarde semanas, meses o incluso años en asimilar todo el contenido de este embryonic, pero no he tardado en darme cuenta de que con él, los buenos tiempos de the flaming lips han vuelto
ostias que portada más fea, me recuerda una escena de ace ventura ...
ResponderEliminarmás que fea es rara ¿no?
ResponderEliminaryo creo que un poco de ambas cosas. al disco no termino de atreverme a hincarle el diente.
ResponderEliminarPuff, es para ir poco a poco, ciertamente, ¡pero grande! Después de varias escuchas, ahora no paso de la primera, pero de ganas de oírla una y otra vez. Así está la cosa...
ResponderEliminarPor cierto, ¿tan cochambre os parece Yoshimi? A veces pienso que es una (injusta) idea que se ha quedado en el inconsciente colectivo, porque cuando me lo vuelvo a poner ¡resulta que me gusta un montón!
a mí yoshimi me parece un disco irregular pero con varios puntos altos. yo sería mucho más benevolente con él. at war with the mystics sí que me aburrió un poco más.
ResponderEliminaryoshimi tiene sus cosas buenas, pero objetivamente, en ese disco pesan más las malas, yo digo que se queda en un aprobado raspado, más o menos
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