
love comes close (el amor se acerca, que traduciríamos) se hace imprescindible ya desde que esa electrónica sucia rollo no age que aparece al comienzo del primer corte empieza a sonar y a llenarte de una felicidad tal que ya casi no recordabas en un disco de debut. unas voces difíciles de entender (y de digerir) hacen el resto, te llaman, se apoderan de tu capacidad de audición diciéndote algo que aunque no consigues entender del todo, te engancha. y entonces, para cuando llegas al segundo corte, el que da título al disco, ya eres todo un adicto al grupo y ya no puedes evitar bailar como poseído
lo de cold cave, a pesar de maquillarlo con un título romántico, va de simplezas pop engalanadas con poderosas maquinitas de efectos que lo hacen todo muy del momento en el que vivimos, no más creíble, ni siquiera más accesible, pero sí más disfrutable, que en un disco vital y festivo como este, esa es una característica esencial. así, life magazine, heaven was full o youth and lust pasan en cuestión de segundos a ser pequeños descubrimientos pop más o menos ochentero, pequeñas joyas inmediatas y muy valiosas
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