
con este disco, bill callahan recobra una fiabilidad que en realidad nunca llegó a perder, pero que había transcurrido por terrenos un tanto oscuros en anteriores entregas. el señor callahan vuelve a ser enorme de la mano de un trabajo que ya iba siendo necesario, y que sus seguidores no dejábamos de desear, o por así decirlo, de imaginar
sólo nueve temas son suficientes para dar muestras de sus dotes maestras, para dejarnos boquiabiertos desde el primer minuto y para convencernos de que realmente la grandeza no desaparece, que la calidez de su voz turbadora siempre estuvo ahí, a pesar de que con el anterior disco, wake on a whaleheart, a algunos nos dejó un no demasiado amargo – pero amargo al fin y al cabo – sabor de pequeña decepción
con canciones como ese eid ma clack shaw en la que amargamente nos repite eso de ‘enséñame el camino’ o como all thoughts are prey to some beast, donde va creciendo en intensidad de una manera sobrecogedora, bill callahan da un paso adelante más en la exploración de un folk-rock que afortunadamente sigue dando interesantes trabajos. otros aspectos como la pequeña oscuridad de the wind and the dove o ese paisaje brumoso y gris de invocation of ratiocination redundan en que este disco está llamado a ser uno de los grandes de este 2009
yo siempre defendí a callahan frente al otro gran torturado(r) del folk y estos años preferí mantenerme en silencio. pero con este disco puedo volver a decirlo sin problemas: ¡prefiero a smog (callahan)!
ResponderEliminar¿y quién era el otro? ¿will oldham?
ResponderEliminarsí, claro, por supuesto.
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