
apariciones resulta en conjunto un trabajo enfermizo más que enfermo abordando desde las ruinas del último post-rock, el menos evidente, algunos aspectos nunca demasiado claros sobre las emociones en general. esa voz perversa y poderosa convierte las canciones de este trabajo en algo mucho más grave aún si cabe, en una obra de primera que necesita de unas cuantas escuchas para que uno consiga entrar a disfrutarlo en su totalidad
con frases como tú si sabes joderme que dicen al comienzo de ranchera, bélmez han ido creando un espacio nuevo, un lugar desde el que van ayudando a cicatrizar a las heridas más abiertas, a las más profundas, a las que ya casi no tenían cura. así crean las diez canciones de este disco, a golpe de desarrollos de guitarras de esos de infarto, con las baterías jugando también a ser protagonistas y otra vez con la voz, con esa portentosa voz omnipresente
en cortes como navas de tolosa o rodeo, los tres componentes de bélmez afilan las navajas hasta un corte extremo, tocando los puntos más graves (entiéndase que también los más acertados) de un disco por un lado difícil pero a la vez atractivo y estimulante
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