
aquel artista que conquistó con el enorme ballads don't change things y que después jugó a darle la vuelta a todo con el trabajado on junk, ambos en limbo starr, y definitivamente que consiguió desconcertar con el doble no-land recordings que sacó con acuarela parece haberse ido, al menos un tiempo, a explorar un lado pizpireto y colorista, lejos de lo gris y triste del folk-rock más ortodoxo con el que hasta ahora le asociábamos
en safe and sound, remate se descubre a sí mismo como un compositor que cala hondo pero sin sentir la necesidad de buscar el dolor ni de acudir a la tristeza fácil. y sí, aquí hay lamentos, escuchen si no por ejemplo get lost, pero esta vez va mucho más allá, y eso lo logra con las preciosas melodías que engalanan las once composiciones del disco, destacando por encima de todas an eye in the forehead, el tema que abre y que parece que saldrá en vinilo con algunos temas extra
sin embargo la esencia de ese peculiar personaje que es remate sigue intacta, ayudando a alimentar una especie de mito creativo muy peculiar con un sentido del humor exquisito que permanece intacto
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